De todos los papeles que interpretó para la pequeña y gran pantalla, Mónica Cervera Rodríguez siempre será la insufrible, obsesiva y naif Lourdes, empleada de unos grandes almacenes y única testigo del crimen que se comete después de uno de los cierres. Rafael - papel interpretado con maestría por Willy Toledo - es el autor del homicidio y, para acallar el testimonio de su compañera, debe dejar a un lado su vida de soltero y formalizar una obligatoria relación con ella. El desternillante resultado de esta película dirigida por Álex de la Iglesia le valió a Cervera una nominación a los Premios Goya, que hoy ha quedado en la lejanía del pasado.
A pesar de que ése fue el comienzo de una prometedora carrera en el mundo de la comedia y de haber participado en series de exitoso share como 'La que se avecina', - donde interpretaba a la hermana de Amador - la revista 'Semana' ha publicado una entrevista personal con ella en la que revela sus paupérrimas condiciones de vida. Mónica Cervera ha pasado de atravesar la alfombra roja de la casa del cine a vivir en la indigencia; concretamente, en un banco de la calle de la su ciudad natal, Marbella.
A sus 48 años, la actriz vive actualmente en un parque, desde el que ha publicado algunas fotografías de su cuenta de Instagram. A pesar de estar atravesando un clarísimo bache en su vida personal y profesional, le ha asegurado a la revista que no necesita "nada de nadie" y que no tienen intención de retomar su carrera cinematográfica. "No quiero que me nombren la palabra televisión ni cine. Estuve ahí en su día, pero no quiero volver nunca. Estoy bien como estoy, no quiero hablar de ese pasado", ha declarado.
Aunque tiene familiares en Marbella que le brindan la posibilidad de vivir bajo techo, Cervera ha declinado sus ofertas y ha pedido respeto para la "forma de vida" que ha elegido de forma "voluntaria": "Me tienen que respetar. Quiero que me dejen en paz y vivir como yo he elegido vivir". Sin embargo, en una de sus últimas entradas de Instagram ha publicado una fotografía con el parque marbellí de fondo donde se la ve visiblemente demacrada.
El suyo no es el primer ni último caso de actores que, tras una carrera fructífera, han sufrido graves problemas económicos, hasta el punto de quedarse en la calle. En el último anuncio de la lotería, el coprotagonista era Carlos Olalla, otro famoso actor que, en un mal momento de su vida, se vio obligado a pedir limosna en el metro junto a su madre, con quien leía poemas a cambio de la voluntad.