Javier Castillo explica sus polémicas declaraciones sobre el préstamo de libros gratis de las bibliotecas

Una vez que se ha consolidado el nuevo gobierno, el famoso escritor Javier Castillo se ha pronunciado en redes sobre un aspecto de la cartera de cultura que le afecta de forma personal. Lo hizo a través de un post y sus palabras han causado tal revuelo público, que ha tenido que salir a dar explicaciones. "Ahora que empieza una nueva legislatura y tenemos un nuevo Ministro de Cultura, creo que es hora de hablar de una circunstancia del mundo del libro que tendríamos que solucionar", comenzaba a decir el autor de 'La Chica de Nieve'.

"Cada vez que tomas prestado un libro de una biblioteca, es el autor quien te lo presta gratis. O mejor dicho, el acceso universal a los libros que proporcionan las maravillosas bibliotecas está financiado por los autores". Grandes, pequeños, escritores que venden decenas de miles de libros o autores que apenas llegan a fin de mes", añadió el autor que, precisamente, fue uno de los más vendidos en 2023 gracias a la adaptación de sus novelas a la pequeña pantalla.

"Bibliotecas bien, reparto de CEDRO, insuficiente"

Lo que, en principio, parecía un ataque directo a la gratuidad de la literatura en las bibliotecas públicas, servicio esencial para que muchos ciudadanos sin recursos tengan acceso al conocimiento y la lectura, provocó la indignación de los usuarios de la nube (incluidos también los del gremio), que solicitaron un boicot nacional a los libros prestados de Castillo.

Sin embargo, él, consciente de la confusión que había generado su queja, ha publicado otro breve tuit para explicar que lo que critica es el mal reparto que realiza el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) a los escritores y no el servicio público que ofrecen las bibliotecas.

El CEDRO es la asociación sin ánimo de lucro de autores y editores de libros, revistas y otras publicaciones, editadas en cualquier medio y soporte, que se encarga de defender y gestionar de forma colectiva sus derechos de propiedad intelectual de tipo patrimonial. Y es, según la opinión del escritor, el organismo que no está realizando bien su trabajo con respecto a los préstamos bibliotecarios.