De concierto exclusivo con Miki Nuñez: visitamos su camerino y experimentamos el “amor químico”

  • Miki Nuñez estrena ‘121’, su tercer álbum de estudio, en la Sala El Sol de Madrid y Yasss se cuela, en exclusiva, en el ensayo general

  • Desde el síndrome del impostor, la banda que le negó una colaboración, a la canción que le dedica a su tío: el artista de Terrassa se sincera como nunca

  • Hablamos, uno a uno, con los integrantes de la banda que hacen posible los conciertos del de ‘La venda’ por todo el país

Entrar a la mítica Sala El Sol de Madrid, donde han actuado los grandes grupos que conforman la cultura musical española desde hace décadas hasta la actualidad, pone los pelos de punta y más aún si se hace a plena luz del día, por la mañana, para disfrutar en primera persona y en petit comité del ensayo de uno de los artistas más carismáticos del país: Miki Nuñez.

Desde que el de Terrassa se diera a conocer en ‘Operación Triunfo’, representara a España en Eurovisión con ‘La venda’ (el himno que invita a bailar y berrear con cachi en la mano) y demostrara sus dotes con la composición, la guitarra, el canto (el baile no, no se puede tener todo en esta vida) y hasta en la comunicación, muchos son los temazos que ha ido dejando por el camino. Mis favoritos, si así me lo permiten: ‘Celébrate’, ‘Viento y vida’, ‘De ida y vuelta’, ‘Suerte’ o ‘Más de la cuenta’. Miki ha demostrado tener una sensibilidad natural para hacernos disfrutar con sus hits y también para emocionarnos, pues en deconstrucción hace ya mucho que sacó la matrícula de honor.

Ciento veintiún días, cuatro meses, diecisiete semanas o veinte mil trescientas veintiocho horas; eso es lo que dura el “amor químico”, es decir, todas esas sustancias que genera nuestro cuerpo cuando nos enamoramos. Precisamente a eso se refiere el artista con ‘121’, el título de su tercer álbum con el que dice “haberse encontrado a sí mismo y su sonido por fin”, aunque yo tengo la sensación de que lleva diciendo lo mismo desde que nos cruzamos por primera vez. Da igual si arriesga o no, si canta al mismo público de siempre o tampoco, la música de Miki Nuñez ya suena bien y así lo acogimos en su día y lo seguimos haciendo hoy.

Si la música empezara a ir mal, la televisión la mandaría a la mierda

Su buena vibra se nota hasta cuando apenas quedan treinta minutos para la apertura de puertas y que cientos de fans y medios acreditados llenen la sala de conciertos para disfrutar, en primicia, de las nuevas canciones que conforman su ‘121’ y los nervios afloran inevitablemente. Es precisamente por eso que bajamos a los camerinos y mantenemos una conversación privada y sincera que puedes ver dándole al play al vídeo que abre esta noticia. En ella hablamos de las claves de su esperado tercer disco, de la famosa banda internacional que rechazó colaborar con él y de lo mucho que disfruta también de su faceta en televisión.

Miki termina recordando a su tío recientemente fallecido y al que, además, dedica una de sus nuevas composiciones; una persona que creía en el amor y que le inspiró, sin duda, en su trabajo y a ser tal y como es hoy.

Miki no está solo: conozco a la banda en primera persona

Si de algo presume y se le llena la boca de orgullo cuando habla de ello, es del trabajo en equipo. Es de esos que piensa que “por muy buen jugador que sea Messi, si lo hace solo es imposible que marque goles”. Agradece haber estado acompañado en el camino por sus colegas de Universal Music España, Global Band y también de ese equipo humano que se sube con él al escenario y lo da todo por las distintas ciudades del país por las que van repartiendo buen rollo a la par que emoción.

Sigo experimentando el síndrome del impostor: ¿qué hago yo aquí?

Uri (backliner) dejó su puesto de trabajo en las oficinal de Apple para formar parte de la familia, mientras que Albert (guitarrista) lleva tocando con Miki desde que tenían quince años, así como Xavi (teclista), que son hermanos. Más tarde se unirían Neus (trompetista) y María (trombón), que además de dos jóvenes talentosísimas consiguen robar el show por sus improvisadas coreografías que no pasan inadvertidas. Óscar (batería) y Carlitos (bajista) conforman el tándem que no quiere finalizar la grabación sin antes recordar a Rober, el conductor que hace tantas horas de carretera para llevarlos con puntualidad inglesa allá donde sea el bolo de turno.

Todos ellos quisieron hablar para las cámaras de Yasss en exclusiva, a pesar de que Bruno (el cámara) estuviera al borde de un ataque de nervios por los diferentes aspectos técnicos, de luces y sonido, que nos pasamos por el forro, como quien dice. En una charla desenfadada confesaron qué es lo peor y mejor de trabajar con Miki Nuñez, cómo se formó la banda, la anécdota más escatológica jamás contada y que han vivido juntos, cómo pasan las largas horas en furgoneta y cómo hacen para lidiar tantas personas con caracteres muy diferentes. Todo ello también lo puedes disfrutar dándole play al vídeo que aparece en el cuerpo de la noticia.

Miki Nuñez es un joven de Terrassa con talento musical y, sin duda, también es un proyecto en la industria de la que forman parte decenas de personas. Todas interesadas en hacer brillar un trabajo que sigue latente como el primer día.

¿Queremos más de Miki? Siempre queremos más