Leiva, amor y desamor musical
Leiva construye historias desde el amor y el desamor con las que identificarnos
Diez años y cinco discos de estudio para seguir un exitoso camino tras Pereza
El músico madrileño continúa con su tour “Cuando te muerdes el labio” que le llevará a Argentina y México
Leiva es, por derecho propio, un generador de infinitos en los que el amor y el desamor, como parte de una vida que él entiende como pocos en lo musical, le han convertido en uno de los músicos más reputados del panorama nacional. La nostalgia es bella, y siempre está la ensoñación de muchos de una reunión o gira de Pereza, pero en verdad, para los que conocen su carrera tanto en la década junto a su amigo Rubén como más si cabe en la posterior con absoluto éxito bajo su nombre artístico, Leiva ha conseguido tallarnos por dentro a base de un cancionero notable y mayúsculo.
Es el músico madrileño un artista que ha mejorado como los años, compositor de mejores canciones con el paso del tiempo, demostrando un talento que le llevó a ganar un Goya por el tema “La llamada” y producir al mismísimo Joaquín Sabina. Es por tanto mejor mirar a un presente infinito, de mejor futuro si cabe para un músico que sigue creciendo, investigando y, por supuesto, regalando historias con las que sentirnos identificados, en ese tetris que es el amor y que muchas veces resulta incomprensible, cuya fuerza extraña desemboca en algunas situaciones en el desamor.
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Con cinco discos de estudio y un directo grabado en el WiZink Center de Madrid, es momento de repasar algunos de los temas que más han atrapado a su público, a fuerza de hablar de relaciones y rupturas que hacer nuestras en ese imaginario real o no de lo que cuenta. Abróchate el cinturón, porque hay canciones que son sanadoras y otras dolorosas, en la interpretación de cada uno está el amor o el sufrimiento, siempre con un estilo musical embriagador.
“Vis a vis” (“Diciembre”)
Afrontar un primer disco como “Diciembre” no estaba falto de dificultades, por eso de comenzar bajo su nombre dejando atrás el éxito de Pereza, pero ha terminado convirtiéndose en un tema obligado en vivo. El tiempo ha dado la razón a una de las canciones más bonitas, mágicas y emocionantes como ese “Vis a vis” quincenal en un mundo del revés donde buscar cordura. Un tema de guitarra acústica y voz que habla de no abandonar para los que aman sin poder amar con fondo carcelario y, que a la postre, supone uno de los momentos más cálidos, silenciosos y amados en directo, donde Leiva queda solo frente a nosotros.
“Terriblemente Cruel” (Pólvora)
Con un deje de rock clásico, el tema que según su artista se inspiró en un partido del Boca-River habla de esa señal de alarma, de intensidad y crueldad donde no hay correspondencia. Tiene fuerza y efecto contagioso, siendo uno de los temas más queridos y recordados de su repertorio.
“Sincericidio” (Monstruos)
El título lo dice todo, un acto de valentía y sinceridad a corazón abierto, querer cuando te destrozan, con las alas rotas o con indecisión y sin explicación, es todo un acto de fe sobre el amor en momentos incluso donde no hay solución. Leiva construye una joya dentro de su mejor disco de lejos, un hit impecable, enérgico, pegadizo y lleno de arreglos que es la imagen musical de un artista “monstruoso”, donde el vértigo por un encuentro está presente.
“No te preocupes por mi” (Nuclear)
Conmueve la capacidad de hablar desde el dolor y el vértigo constante, desde el desamor que es como construyen las mejores canciones, porque es un sentimiento que todos acabamos conociendo para salir a flote como se puede, y es aquí donde “No te preocupes por mi” conecta, amén de la maravillosa melodía, la crudeza de quien pide a un antiguo amor que no se preocupe para tratar de remontar. Ese momento del que habla es la situación en la que muchos podemos pensar en salir corriendo sin dar explicaciones, pero al final, aunque estemos en la mierda absoluta y en ese límite mental del que habla Leiva, remontar como el ave Fénix.
“Iceberg” (Cuando te muerdes el labio)
Un tema tan bonito como doloroso, a través de la relación de su protagonista, Leiva construye una dulce melodía que juega a ser pareja con Fer Casillas imprimiendo dulzura mientras asistimos a esa relación de pareja de años, donde los pensamientos y las comeduras de cabeza surgen con el paso del tiempo. No obstante, el iceberg comienza a derretirse desde un comienzo en el que uno ya está viviendo el dolor del antiguo amor, cuando la otra persona ha dejado el mundo que tenían juntos detrás. Un baile emocional ante la dificultad de pasar página y olvidar tras haber querido tanto.
Próximos conciertos:
10 septiembre Hoyos del Espino (Ávila) - Festival Músicos en la Naturaleza
11 septiembre Oviedo - La Ería
23 septiembre Madrid UCM – Festival Jardín de las Delicias
1 octubre Sevilla Plaza de España
14 octubre Guadalajara, México – C3 Stage
20 octubre Ciudad de México – Teatro Metropólitan (CDMX)
22 octubre Monterrey – Foro Didi
29 octubre A Coruña – Coliseum
3 diciembre Buenos Aires Teatro Gran Rex