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Blanco, verde, de sandía, de frutos rojos… Existen muchas variantes del gazpacho tradicional que se han puesto de moda con el tiempo y que nos ofrecen distintas maneras de disfrutar del plato estrella del verano sin limitaciones ni corsés. Una de las grandes ventajas del gazpacho, en todas sus versiones, es que su base suele está formada por ingredientes frescos, normalmente verduras y también frutas propias del verano. El hecho de consumir estos productos sin cocinar nos permite mantener todo su aporte nutricional intacto. Además, el gazpacho es una forma perfecta de mantenernos hidratados durante los meses de calor. Si quieres convertirte en un experto en el arte del gazpacho, toma nota de cómo hacer el gazpacho perfecto, siguiendo la receta tradicional.
La receta del gazpacho tradicional cuenta con pequeñas variaciones en función de la zona geográfica en la que lo preparemos, y a cada cuál le gusta darle su toque personal: a algunos no les gusta nada el sabor que le aporta el pepino, otros prefieren una menor o mayor dosis de pimiento o de ajo… Hay quienes añaden cebolla o pimiento rojo, aunque los más puristas rechazan utilizar estos ingredientes. En cualquier caso, la lista de ingredientes del gazpacho tradicional está relativamente clara y, en todas sus pequeñas variantes, podrás disfrutar de un plato nutritivo, hidratante y muy refrescante.
Esta es la receta del gazpacho perfecto, siguiendo la lista de ingredientes tradicionales:
Cuando la elaboración del gazpacho perfecto, el primer paso es trocear todos los ingredientes y añadir el aceite de oliva, el agua y el vinagre, triturando todo a continuación en una batidora de vaso. Aunque hay quienes prefieren pelar los tomates y el pimiento antes de triturar la mezcla, otros aseguran que no es necesario, ya que luego se debe pasar el gazpacho por un colador.
Otra manera de elaborarlo, un poco más complicada, consiste en escaldar y pelar los tomates y triturarlos primero, añadiendo a continuación el pepino pelado y troceado, el pimiento, el ajo y el pan remojado en agua. Tras unos segundos en la batidora, llega el momento de añadir la sal, el vinagre y el aceite, probando para rectificar si fuera preciso.
Se calcula que son necesarios unos cuatro minutos de batidora para que la textura del gazpacho sea perfecta, una regla que también se aplica si utilizas un robo de cocina, aunque en este caso puedes seguir las indicaciones del fabricante para este tipo de plato. El siguiente paso, si queremos que quede lo más fino posible, consiste en pasar el gazpacho por un colador para eliminar todos los posibles restos de piel.
Además, es muy importante que el gazpacho se sirva bien frío: antes de consumirlo debe pasar al menos un par de horas en la nevera. En este sentido, evita la tentación de utilizar hielo para enfriarlo más rápidamente, ya que el resultado será aguar la mezcla y hace que pierda su textura y sabor.