¿Te duele la cabeza desde hace días (o semanas) y lo asocias al calor? No eres el único, y sí, algo tiene que ver con la temperatura. Influyen otros factores, como son tomar el sol demasiado rato de seguido, cambios de horarios o determinadas comidas. Te contamos algunos consejos para evitar estas molestias en verano.
Lo que más nos afecta sin duda estos días es el calor en este sentido. En las personas proclives a las migrañas o cefaleas es un incordio. El motivo, según especialistas de Sanitas, es que los vasos sanguíneos aumentan de diámetro, lo que se llama vasodilatación. ¿Qué puedes hacer tú para evitarte el mal trago?
Lo idóneo es tener aire acondicionado, pero todo el mundo tiene este privilegio. Lo que puedes hacer si no tienes es bajar las persianas para que no pegue el solazo durante las horas más críticas del día, entre las 12 y las 15 h. Hay especialistas que recomiendan antes el ventilador que el aire acondicionado, aunque por la noche es más recomendable el aire porque el ventilador puede hacer que nos levantemos con dolor de garganta.
Vale que en la calle hace 40ºC y entras en casa o el coche y quieres enfriarte lo más deprisa posible, pero procura que no sea un contraste muy fuerte. ”El paso del calor intenso al frío del aire condicionado y viceversa puede estimular el dolor de cabeza”, explican fuentes de Sanitas.
Es fundamental. Los niveles de radiación ultravioleta son entre muy altos y extremos en verano en España cuando no hay nubes (casi siempre). No solo la crema solar para la piel es un ‘must’ para julio y agosto, sobre todo, también accesorios varios como gorras o sombreros que evitan que nos pegue el sol todo el tiempo.
Además, lo suyo es evitar ropa muy ajustada y optar por el contrario por prendas anchas y de colores claros, ya que los oscuros producen una mayor concentración del calor. Y otro accesorio para apuntar en tu lista de “qué necesito” son unas buenas gafas de sol, no solo por lo obvio, proteger la vista, sino porque si no lo haces puede que aumente tu presión intraocular. Esto produce entre otras cosas dolor de cabeza.
Si vas a la playa, recuerda la sombrilla.
Esto es evidente. Si a las 13h es cuando más altas están las temperaturas, evita pasear o hacer deporte justamente a esa hora porque te dará dolor de cabeza seguro. De todas formas, un consejo útil si no te queda otro remedio que salir en las horas centrales del día, es mojarte frecuentemente la frente y el cuello.
Lo perfecto según los expertos son unos 2,5 litros al día, aunque hay que beberlos poco a poco, no de golpe. Una de las maneras en que la insolación o deshidratación se manifiesta es el dolor de cabeza.
Lo sabemos: en vacaciones no hay horarios. Sin embargo, si ya de por sí trastocamos nuestra rutina radicalmente en verano, sumar más rarezas a nuestro cuerpo puede ser perjudicial. Trasnochar, dormir más de lo normal… Son hábitos habituales en el estío. Procura descansar, eso sí, si es necesario échate una siesta corta (las de dos horas no valen) y después practica algo de ejercicio físico (cuando no haga demasiado calor). Es decir, alterna descanso y actividad.
Ensaladas, gazpachos, melón… Estos alimentos que nos encantan en verano son muy frescos y ayudan a evitar la deshidratación. “Si evitamos alimentos que contienen nitratos (embutidos, salchichas etc.), o tiramina (algunos frutos secos, chocolate o queso), o glutamato monosódico (un aditivo muy habitual en determinados alimentos envasados o precocinados que se identifica con el código E-621)”, indica Sanitas, estaremos rebajando la probabilidad de sufrir migrañas y cefaleas.