¿Cómo limpiar el filtro de la secadora?

Uno de los electrodomésticos más valorados es la lavadora, que nos permite tener ropa limpia con un mínimo de esfuerzo, pero no conviene olvidarse de la secadora, que consigue que tengamos la ropa seca en menos tiempo y sin necesidad de tener que tenderla. 

Si bien en algunos lugares las temperaturas y las horas de sol hacen que tender al aire libre sea un placer, en otros, la humedad ambiental y las lluvias repentinas hacen que, quien tenga la ropa tendida, nunca pueda estar tranquilo. En estos casos, como sucede en muchos otros, la secadora se convierte en la mejor aliada. 

Gracias a la secadora podemos tener las prendas disponibles en poco tiempo, además, los nuevos modelos cada vez cuidan más las prendas, con programas específicos para cada tejido. Son ideales para las personas alérgicas, porque sus altas temperaturas matan los ácaros, además en muchos casos evitan tener que planchar. 

Por supuesto, no todo son ventajas, también hay que tener en cuenta que es un aparato más que hay que instalar, que puede que algunas prendas encojan, porque las secadoras son ideales para sábanas y toallas, pero no para prendas delicadas, y que hay que mantenerlas bien cuidadas y limpias para que duren más tiempo. Por ejemplo, no podemos olvidarnos de limpiar el filtro. 

Cómo limpiar el filtro de la secadora

Un buen mantenimiento de los electrodomésticos es esencial no solo para alargar su vida, sino también para que su funcionamiento siempre sea de la mayor calidad. Si no se limpia el filtro de la secadora con frecuencia, los resultados que obtendremos al usarla serán peores, pero también hará que aumente el consumo de energía, lo que puede hacer que tengamos que invertir más dinero. 

Hay algunos procesos de limpieza que conviene poner en práctica de vez en cuando, pero en el caso del filtro, es importante limpiarlo después de cada ciclo de secado. Si el filtro se llena de pelusas, se corre el riesgo de que entren al condensador, lo que puede bloquear la bomba de agua y hacer que se forme moho en el aparato. 

No en todas las secadoras funcionan del mismo modo, pero, en general, el primer paso es abrir la puerta de la secadora y localizar el filtro. Después habrá que abrirlo y, con la mano húmeda, eliminar las pelusas de ambos lados, si vemos que es necesario, podemos emplear el aspirador para retirar por completo toda la suciedad. También podemos limpiarlo pasándolo por debajo del grifo y ayudándonos de un cepillo suave y un paño seco

Además, puede ser un buen momento para limpiar también la caja donde está colocado el filtro. Una vez eliminadas las pelusas del filtro y el receptáculo, solo habrá que colocarlo nuevamente en su sitio, eso sí, si lo hemos limpiado con agua, tenemos que asegurarnos de que está completamente seco. Sabrás que los filtros están limpios porque podrás ver a través de ellos, en caso de que esto no suceda, lo mejor es cambiarlos por otros nuevos y reemplazar los viejos.