Seguro que alguna vez te has preguntado si conviene o no lavar la ropa antes de ponérnosla tras comprarla. En el caso de los adultos no suele ser necesario, salvo que queramos porque sí, para eliminar ese apresto que tienen todas las prendas para estar bien colocadas en los percheros. No obstante, la ropa de los niños pequeños sí es aconsejable lavarla antes.
Y ojo, la ropa de cama también hay que lavarla antes de usarla después de comprarla, tanto en el caso de los adultos como en el de los menores. Para saber cómo hacerlo y por qué esto es conveniente desde Infosalus han consultado al doctor Nicolás Olea, catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada y médico en el Hospital Clínico San Cecilio de Granada, aparte de un profesional sanitario que constantemente está investigando sobre las toxicidades a las que estamos expuestos en nuestro día a día, y que está especializado en salud y medioambiente, disrupción endocrina, etc.
Así, asegura que es conveniente lavar la ropa después de comprarla en el caso de las prendas infantiles. "La idea está muy extendida y no es perjudicial hacerlo, sino que el objetivo es quitar aquellos contaminantes o compuestos químicos de la ropa del niño", agrega.
De hecho, recuerda que es un consejo que parte igualmente de los grandes productores de detergente, quienes recomiendan que este lavado se emprenda con un detergente que no tenga proteasas, y específico para ropas delicadas o de niños, recomendados para fibras orgánicas, lana o plumas, ya que estos nunca llevan esas enzimas.
"Muchos de los detergentes habituales tienen carga enzimática que ayuda a la limpieza. En el caso de los niños se tienen que usar detergentes no enzimáticos, para eliminar los compuestos químicos que puedan haber quedado residuales en la estructura del tejido y así se puede eliminar de la exposición del niño. Además, se debe lavar la ropa de los menores a temperaturas inferiores a 30 grados para que no se lleven los productos químicos que estén adheridos y no forzar su ruptura", resalta este especialista.
Habla el doctor Olea de la posible absorción térmica de estos compuestos químicos por parte de los menores a través de la ropa, y pide especial atención para aquellas prendas que más en contacto con la piel se encuentran, tales como los bodis, la ropa interior, los leotardos, las camisas; y especialmente si son de color blanco.
Por otro lado, este experto advierte de que habría que hacer lo mismo con la ropa de cama (esto le afecta a los adultos), y con la de cuna: "Nos olvidamos muchas veces de la ropa de noche, de las sábanas, y pensamos sólo en la ropa puesta cuando el niño está muchas horas sobre ella".
Sería un lavado, como en el caso de la ropa de bebé, para quitar los compuestos químicos que favorecen ese apresto. "Los textiles antes de venderlos en las tiendas son lavados muchas veces para quitar los colorantes en exceso, y a temperaturas altas para limpiar la ropa antes; y hacerlo con un lavado suave antes de estrenarlo", prosigue el doctor Olea.