¿Cómo hacer un buen curriculum a partir de los 60?

Las buenas oportunidades laborales no caen del cielo, en muchas ocasiones hay que buscarlas de manera activa y para ello es necesario tener un buen curriculum, tanto si ya se tiene un trabajo como si se encuentra en situación de desempleo. La edad no es tan importante si se es el mejor candidato, lo que se demuestra con una buena carta de presentación, que ponga en evidencia nuestra experiencia y logros. 

Así, tanto si hace tiempo que se busca empleo como si se siente que se necesita un cambio, tener un buen curriculum es esencial para comenzar la búsqueda. Esto no quiere decir que sea necesario inventar logros extra, algo que no es demasiado recomendable, solo que ese documento tiene que tener determinados elementos y ser elaborado de una forma que nos beneficie, también si lo hacemos pasados los 60 años

Cuando una persona aumenta su salario, también lo hace la base de cotización y esto influirá en la cuantía de la pensión de jubilación, sobre todo en los años previos, por lo que no es extraño que, cuando se acerca el momento, el trabajador quiera asegurarse que cobrará el máximo posible una vez finalizada su vida laboral activa. Aunque en realidad se tengan en cuenta los últimos 25 años cotizados, cualquier incremento es bienvenido. 

Cómo hacer un buen curriculum a partir de los 60

Hacer un curriculum pasados los 60 años no es diferente que hacerlo para conseguir una primera experiencia laboral en la veintena, aunque para aquellas personas que hace tiempo que no elaboran uno, puede haber notables diferencias. Lo que se potencia ahora, puede no ser igual que lo que se destacaba antes, aunque los esenciales siguen siendo los mismos, ensalzar los puntos fuertes y conocimientos del trabajador

Es indispensable incluir los datos personales de quien aspira a lograr el trabajo, pero sobre todo es importante no dejar sin destacar el número de móvil y el correo electrónico, elementos que han superado en importancia al número del fijo y dirección física, que podemos omitir. 

Tampoco podemos olvidar la formación, pero destacando lo más relevante y, sobre todo, lo relacionado con el trabajo al que se aspira. Sucede parecido con la experiencia laboral, después de tantos años, hay personas que podrían llenar páginas y páginas, pero es clave destacar lo más importante o la experiencia que pueda ser de interés para el seleccionador. 

El último de los apartados que se conviene rellenar es el de ‘aptitudes’ o ‘habilidades’. No se refiere a hobbies o actividades que nos gusta realizar en nuestro tiempo libre (a no ser que estén íntimamente relacionadas con el empleo al que se aspira), en este apartado se destacan los idiomas o conocimientos informáticos, por ejemplo, conocimientos que pueden sumarnos un plus y que invitan al personal de recursos humanos a seleccionar este curriculum y no otro. 

Por suerte, existen muchos modelos de curriculum en internet, algo que podría facilitar la tarea a la hora de estructurarlo y servirnos de guía para no dejarnos nada de lo importante y evitarnos rellenar de más con datos que no lo son tanto.