Nada como lavar el coche para que comience a llover, pero eso no puede hacer que dejemos de lado la limpieza que, de vez en cuando, conviene hacer tanto por fuera como por dentro a nuestro vehículo. Tal vez conviene escoger un día un poco soleado, para tratar de esquivar la mala suerte.
No es algo que solamos pensar, porque no es lo más llamativo del vehículo y, de hecho, cuando decidimos que es el momento de limpiar el coche, casi nunca viene a nuestra mente el aire acondicionado, sin embargo, sí que es algo que conviene tener presente para que la limpieza sea integral.
Recurrir a profesionales siempre es la mejor idea, de hecho desde Carglass recomiendan “realizar un mantenimiento perfecto del sistema de climatización y una desinfección del aire acondicionado al menos una vez al año o cada 20.000 km aproximadamente”. No obstante, si preferimos ser nosotros mismos los que nos encarguemos del mantenimiento y limpieza de nuestro vehículo, aprender a limpiar el aire acondicionado es una estupenda idea para evitar malos olores y también la acumulación de gérmenes y bacterias.
Esta limpieza puede hacerse en cualquier momento, pero se recomienda sobre todo hacerlo antes del inicio de la primavera, que es la época en la que hay más alergias relacionadas con el polen, y con el comienzo del invierno, en el que las enfermedades son más habituales y conviene evitarlas.
El primer paso para limpiar el aire acondicionado es hacerse cargo de eliminar el polvo acumulado en las rendijas del aire. Para esto se puede emplear un trapo, pero lo más correcto es emplear elementos que nos ayuden a profundizar un poco más, como un pincel de espuma y una mezcla de agua templada y vinagre blanco. Para evitar que el olor a vinagre sea demasiado intenso, podemos añadir un poco de limón.
Una vez limpias las rejillas hay que deshumedecer el coche, para lo que habrá que poner la calefacción a máxima potencia durante cinco minutos, con el motor encendido, el aire acondicionado apagado y el coche parado. Lo mejor es dejar las ventanillas cerradas y esperar fuera.
Para finalizar la limpieza, lo mejor es aplicar un producto especial anti hongos y bacterias. Apaga la calefacción, pon el aire acondicionado al máximo durante cinco minutos, cerrando todas las ventanillas salvo la que necesites para aplicar al producto. Sigue las instrucciones explicadas en el producto, que probablemente te recomienden aplicarlo enfocando al suelo del coche. Cierra por completo el vehículo sin quitar el aire y espera fuera del mismo otros cinco minutos más.
Pasado el tiempo, abre el coche, apaga el aire y deja que el vehículo se ventile antes de poder usarlo con normalidad. Además, para un buen funcionamiento, lo mejor es encender al menos durante 10 minutos por semana el aire acondicionado, evitar la potencia máxima en los meses de verano y parar el aire antes de parar el motor… además de mantener limpio el resto del vehículo.