Una vez tomada la decisión de querer ponerse en forma falta lo más complicado, empezar. No es tarea sencilla, pues siempre hay un periodo de adaptación del que en ocasiones nos olvidamos, pensamos que podemos pasar de llevar una vida sedentaria a correr largas distancias sin problemas, y podemos, pero si lo hacemos de manera adecuada.
Correr es una de las actividades más frecuentes a la hora de ponernos en forma, porque no necesitamos nada más que prendas cómodas, unas zapatillas adecuadas y muchas ganas. No es necesario acudir a instalaciones específicas, ni tampoco necesitamos tener mucha práctica previa, pero si queremos empezar desde cero, lo mejor es conocer algunos trucos indispensables, consejos que nos ayudarán a evitar lesiones y a no perder el ánimo.
Antes de ponerse las zapatillas y lanzarse a la calle, lo mejor es conocer algunos tips que pueden resultar de lo más útiles, sobre todo para principiantes, porque puede ser la mejor manera de convertir este nuevo propósito en un hábito saludable que nos ayuda a sentirnos mejor.
Planificar. Como casi siempre en la vida, tener un plan para poder ajustarnos a él puede ser de gran ayudo. Por ejemplo, planificar nuestro día, estableciendo un momento para el entrenamiento, nos ayudará a no saltárnoslo. También es buena idea saber cuánto tiempo le queremos dedicar y dónde entrenar, detalles que podemos ir cambiando conforme alcancemos nuestras metas.
Calentar. Puede que pienses que no es importante calentar antes de correr y te equivocas. El calentamiento no solo prepara el cuerpo para el ejercicio, también nos ayuda a que este sea más eficiente y que suframos menos lesiones. Puedes caminar durante unos minutos antes de empezar a correr.
Estirar. Tan importante como calentar antes, es estirar después. Tras la carrera, los estiramientos te ayudarán a que el músculo se relaje y comience a recuperarse.
Descansar. Hay quien piensa que si entrena a diario o más veces al día los resultados serán mejores, pero el cuerpo necesita descansar. Si no dejas que el cuerpo se recupere, tarde o temprano te saldrá caro.
No forzar demasiado. Si es la primera vez que corres, es normal que sea necesario un tiempo de adaptación, de hecho en estos casos se suele emplear el método CaCo, que consiste en alternar intervalos de caminar con otros de correr.
Cuidar la alimentación. Llevar una vida más activa hace que quememos más calorías, por lo que nuestra alimentación debería ajustarse a esta nueva etapa, donde tendremos que comer lo necesario para obtener la energía que necesitamos para entrenar. También es importante una buena hidratación, antes, durante y después del ejercicio.
Buscar compañía. El ejercicio es más divertido si lo haces acompañado, también te costará más saltártelo si sabes que otra persona te está esperando. Si esto no es una opción, puedes acompañarte de una buena playlist que te anime a seguir adelante y te dé energía durante la carrera.
Evolucionar poco a poco. Cuando te sientas cómodo en los tiempos o velocidades que estás haciendo, puedes comenzar a aumentarlos poco a poco, pero nunca demasiado de golpe.
Sobre todo, no lo pienses, si quieres empezar a correr, ¡hazlo!