Aunque pueden llegar en cualquier momento del año, parece que en los meses más fríos del año es imposible evitar caer enfermo. Catarros, gripes e infecciones en las vías respiratorias que se manifiestan con distintos síntomas, siendo uno de los más molestos la acumulación de mucosidad en la garganta y en la nariz.
El exceso de mucosidad se convierte en una molestia y por ello existen diferentes fórmulas naturales para eliminar ese exceso, remedios caseros efectivos que, si bien no curan la enfermedad, pueden ayudarnos a sentirnos un poco menos incómodos.
La hidratación es fundamental, tanto la interna como la externa. Un buen humidificador en la estancia en la que nos encontramos ayudará a mantener la humedad del aire, evitando que al ser seco produzca irritación en las vías. También es clave la hidratación interna, tomando una gran cantidad de líquidos que ayude a que la mucosidad sea menos espesa, lo que ayuda a drenar los senos nasales.
Mantener la cabeza elevada es de gran ayuda cuando la acumulación de mucosidad es especialmente molesta. Dormir con la cabeza elevada, gracias a la ayuda de una segunda almohada o una toalla, ayudará a que sea la propia gravedad la que la desplace, evitando la sensación de que se acumula en el fondo de la garganta.
Es muy molesta, pero no es buena idea reprimir la tos, por lo menos completamente, porque es el mecanismo que tiene el cuerpo de trasladar la mucosidad al tracto respiratorio y expulsarla. En estos casos, es mejor escupir las flemas discretamente que tragarlas, porque de este modo se acumularán en las vías inferiores y pueden causar problemas.
Hacer vahos puede ayudarnos a abrir las vías altas, lo que nos ayudará a sentirnos mejor. Una sensación parecida a la que conseguimos cuando nos duchamos con agua caliente o nos damos un baño, el vapor ayuda a aflojar y eliminar la mucosidad. También podemos hacer gárgaras con agua tibia con sal, que calma la garganta irritada y ayuda a eliminar la mucosidad.
Las infusiones pueden ser grandes aliadas, no solo porque se toman calentitas (recordemos las bondades de los vapores), también ayudará si escogemos aquellas con ingredientes adecuados, como las de jengibre. Igual que conviene tomar infusiones, también conviene evitar el alcohol y la cafeína, ambas sustancias deshidratan.
Aléjate del tabaco y el humo, pero también de sustancias irritantes, como químicos y fragancias que puedan afectar a la nariz y las vías respiratorias, porque aumentan la producción de mucosidad. Evita el uso de descongestionantes, porque pueden hacer que sea más complicado deshacerse de flemas y mucosidades, es mejor usar medicamentos expectorantes.
La alimentación puede ser clave, potencia el consumo de frutas, que pueden ayudar a tener menos problemas respiratorios, y evita alimentos que causen reflujo gástrico.
Trucos sencillos y al alcance de todos que, si bien no curan la enfermedad, pueden ayudarnos a que esta sea más llevadera y nos sintamos mejor durante el proceso de curación. En cualquier caso, si sentimos que es necesario, lo mejor siempre es consultar con nuestro médico, que será quien nos dé las pautas de la medicación correcta si es que la necesitamos.