Flemas y mucosidad en otoño: qué son, cómo se forman y qué hacer para evitarlas
Nuestro cuerpo produce un exceso de flemas y mucosidad para proteger nuestras vías respiratorias de virus y bacterias
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Diferencias entre resfriado, catarro, gripe o contagio por ómicron
Estamos en época de resfriados y eso puede hacer que se generen flemas en la garganta. Esta mucosidad, aunque juega un papel importante a la hora de mantenernos saludables, puede ser muy molesta y hacer que no respiremos bien cuando nos acatarramos. ¿Qué son las flemas y cómo se forman?
Hay un motivo por el que los mocos y flemas se apoderan de nuestra garganta cuando nos resfriamos: para protegernos de virus y bacterias. En otoño e invierno, cuando tendemos a ponernos malos por catarros y gripes, la mucosidad es la encargada de atrapar los microorganismos causantes de la enfermedad, por eso al ingresar más gérmenes en nuestra garganta también se forman más flemas. Es una reacción normal del cuerpo.
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Por qué se forman las flemas en la garganta
- Resfriados
Lo más habitual es que el exceso de mucosidad venga provocado por un catarro con el cambio de estación, ya que con el frío proliferan los virus y nuestro cuerpo está poco preparado para hacerles frente. Los mocos son el mecanismo para que el cuerpo expulse los agentes patógenos.
- Infecciones respiratorias
Las infecciones como bronquitis, faringitis, amigdalitis pueden hacer que la mucosidad se vuelva más espesa y pegajosa, y pueden hacer que las membranas mucosas que recubren la nariz y las vías respiratorias se inflamen, lo cual a su vez hace que las glándulas generen más mucosidad.
- Infecciones víricas
La gripe siempre aparece por estas fechas. La flema tiene un papel importante cuando enfermamos por una gripe u otra infección vírica, porque evita que los microorganismos entren en las vías respiratorias y los pulmones, y puedan causar infecciones.
- Alergias
Las alergias al polen, ácaros o el polvo pueden hacer que el cuerpo produzca más mucosidad. El sistema inmunitario reacciona y las glándulas de la nariz y garganta se hinchan y producen más mucosidad.
- Contaminación
La contaminación y otros factores ambientales como la sequedad pueden hacer que aumente la intensidad de la tos y la flema se vuelva más densa. Es una reacción de protección de nuestro cuerpo para blindar las vías respiratorias.
- Fumar
Una de las muchas consecuencias del tabaquismo es la producción excesiva de mucosidad, dado que el humo ataca nuestras vías respiratorias. También puede causar carraspeo y tos “de fumador”.
Cómo deshacerte de las flemas
- Controla la humedad del aire, ya que la sequedad es una de las causas de las flemas, que se convierten en el lubricante que nuestro cuerpo fabrica para proteger la garganta.
- Bebe mucha agua, sobre todo cuando estés acatarrado o tengas otra afección respiratoria.
- No tomes antitusivos, puesto que la tos, aunque es molesta, es la manera de nuestro cuerpo de expulsar estas secreciones de mocos.
- Escupe si lo necesitas. Cuando la flema sube de los pulmones a la garganta es porque el cuerpo necesita eliminarla, por lo que es mejor echarla que tragarla.
- Hacer gárgaras con agua salada puede ayudar a aliviar la molestia y a expulsar la mucosidad residual.
- No fumes y evita lugares cerrados con mucho humo.
- Evita el alcohol y la cafeína, que causan deshidratación y hacen que fabriquemos más mucosidad.