La llegada del otoño suele ser un periodo del año triste y melancólico para muchas personas. Con la famosa caída de la hoja llega otra pérdida desagradable: la del cabello. El pelo tiene su propio ciclo de renovación, y es en esta época cuando más sufre y más lo notamos, cuestión que no debe preocuparnos si somos capaces de concederle a esta caída la importancia justa.
Hay que tener en cuenta factores como el periodo estacional y el proceso por el que ha pasado nuestro cabello en los meses previos de verano, un periodo del año en el que lo exponemos con frecuencia al sol, a la sal y al cloro de la piscina. Estas microagresiones impactan en el estado de salud de nuestro pelo, como no podía ser de otra forma. No es irreversible. Hay formas de prevenir esta pérdida.
La mayoría de expertos coinciden en afirmar que la caída del pelo en otoño se debe a un proceso llamado ‘efluvio telógeno’, una alteración del ciclo de crecimiento en el que influyen factores como el estrés o el cambio de estación. Nuestro pelo entra en una nueva fase, y su ciclo se ve alterado de forma puntual.
Por ese motivo, percibimos una caída espontánea mayor que la de otras épocas, que sin embargo es ilusoria. En realidad, este ‘efluvio’ (caída y crecimiento acelerados) suele durar apenas cuatro semanas, momento en el que, en teoría, nuestro pelo debería volver a su estado natural.
Tal y como explican desde laboratorios Kosei: "Aunque durante este período, de tres o cuatro semanas de duración, se llegan a perder hasta cien cabellos al día, la caída estacional no es una pérdida 'auténtica' de cabello, sino una renovación del mismo".
El proceso que sigue el pelo en esta franja de tiempo es una aceleración del ciclo de crecimiento y caída: la raíz del pelo se detiene más rápido, y por eso percibimos que se nos cae más cantidad. A las pocas semanas, las raíces despiertan otra vez y el pelo vuelve a crecer de forma normal. Es una mera adaptación del organismo a los distintos cambios propios de la estación, como el clima, la luz o la temperatura.
Aunque el efluvio telógeno es un proceso normal y no deberíamos preocuparnos si notamos que se nos cae más pelo en esta época, existen algunas maneras de frenar esta caída y cuidarlo durante todo el año.