Los cambios hormonales que experimentamos al envejecer pueden hacer que ganemos unos kilos y algo de volumen en la zona abdominal. Sin embargo, cabe preguntarse si esta es una relación inevitable para aquellas personas que están sufriendo los envites de la menopausia, y con ello viven un profundo cambio hormonal en su cuerpo.
Las estadísticas no mienten, y alrededor de un 30% de las mujeres de 50 a 59 años no solo tienen sobrepeso, sino que están obesas. Por supuesto, esto además conlleva unos riesgos para la salud que idealmente deberíamos tratar de evitar, por aquello de no querer irnos para el otro barrio antes de tiempo, o tener unas condiciones de vida sensiblemente más pobres que las que nos correspondería si estuviéramos totalmente equilibrados. Presión sanguínea elevada, problemas de corazón, diabetes… La buena noticia es que no se trata de una situación inevitable, ni tampoco irreversible. Pero antes de llegar a las posibles soluciones, conviene saber por qué ocurre esto.
En primer lugar habría que tener en cuenta el impacto de los estrógenos (o de la falta de ellos), ya que según diversos estudios en animales, esta hormona parece ayudar a controlar el peso corporal. Así, al tener niveles de estrógenos inferiores, como los que se experimentan tras la menopausia, se tiende a comer más y a ser menos activos físicamente, lo que hace que el metabolismo se ralentice, haciendo que el cuerpo deje de transformar la energía almacenada en energía a los mismo niveles que anteriormente.
Además al avanzar la edad se tiende a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y a tener menos energía, lo que favorece que se ganen unos kilos extra, ya que por otro lado, también es cierto que llega el momento de poder disfrutar mejor de la vida, al tener una menor carga de trabajo y también un nivel inferior de compromiso con parte de la familia. Obviamente, nos referimos a la jubilación y también la salida de los posibles hijos de los hogares paternales como principales fuentes de dicha ‘liberación’.
La respuesta en esta ocasión es simple y clara: haciendo ejercicio. De hecho, un estudio de National Instituted of Health demostró que la gente que realizaba actividades aeróbicas todos los días por 10 o más minutos tenían hasta 15 centímetros menos de contorno abdominal, comparados con aquellos que se limitaban a llevar una vida sedentaria. Sin embargo, debemos tener en mente un programa de ejercicio adaptado a nuestras edades y necesidades, por lo que no nos vale la tabla que nos prepararon en el gimnasio de nuestra juventud. Los objetivos y, sobre todo, nuestro cuerpo son diferentes, por lo que se requiere realizar otro tipo de actividades.
De esta forma los entrenamientos más indicados para acelerar el metabolismo y reducir centímetros de cintura tras la menopausia son los siguientes:
Si rompemos nuestra rutina sedentaria y empezamos a movernos más, incluyendo alguna de estas sugerencias en nuestros quehaceres diarios, ya tendremos dado un primer paso para acelerar nuestro metabolismo tras la menopausia. Eso sí también deberemos recordar tener precauciones si aparecen dolores, y además no podemos olvidar calentar y estirar antes y después de nuestras sesiones de ejercicio.