Los consejos sobre el alquiler de viviendas para estudiantes para evitar estafas, según la Asociación Española de Consumidores

El inicio del curso académico se acerca para muchos estudiantes que tienen prisa por encontrar un lugar donde pasar el nuevo año académico. Estas fechas son sinónimo de preparación del curso académico y esto lo saben bien los estudiantes que tienen que alejarse de su lugar habitual de residencia para estudiar. Ante el auge del mercado de pisos de estudiantes en alquiler, la Asociación Española de Consumidores (ASESCON) ha elaborado una serie de consejos para facilitar la búsqueda de un piso de alquiler y evitar posibles problemas, tanto desde el punto de vista del inquilino como del propietario.

En este artículo, le explicamos cuáles son y qué derechos tiene de cara a buscar un piso y antes de llegar a cualquier acuerdo.

Consejos para el inquilino

  • Compare el precio y la calidad de los distintos pisos, en la medida en que el mercado lo permita. Es fundamental actuar con tiempo para elegir la mejor opción.
  • Analice la ubicación del inmueble. Los inmuebles cercanos a lugares de ocio, comercios y transporte público son más convenientes que otras opciones.
  • Firme siempre un acuerdo por escrito con el propietario. Si todo queda por escrito, se garantiza una serie de derechos a los que acudir cuando sea necesario. Además, la Asociación Española de Consumidores recuerda que tiene derecho a negarse a pagar cualquier fianza o mensualidad si no ha firmado con anterioridad un contrato por escrito, con un documento de identidad, una firma o un recibo de la cantidad.
  • Si el arrendador es una agencia inmobiliaria, para efectuar las reclamaciones pertinentes puede solicitar la hoja de reclamaciones para tal efecto.

Consejos para el arrendador

  • El propietario es el responsable de los objetos dañados (electrodomésticos, muebles, etc.), salvo los que se dañen por el uso cotidiano (bombillas, vasos, platos, etc.). No obstante, además de lo dispuesto en la legislación vigente y las normas de uso cotidiano, este régimen de responsabilidades debe constar claramente en el contrato.
  • La norma habitual es que el arrendador se haga cargo de los gastos generales de mantenimiento del piso, salvo que se especifique lo contrario en el contrato entre el inquilino y el arrendador. El inquilino tiene que pagar los gastos derivados de los servicios que pueden individualizarse, como el agua, el gas o el teléfono, salvo que el contrato disponga otra cosa.
  • Si es inquilino, no se fíe de las fotografías, sobre todo ahora que Internet está muy presente a la hora de buscar piso. Igualmente, nunca alquile un inmueble sin haberlo visto antes.
  • Haga inventario de enseres, electrodomésticos y mobiliario antes de entrar en la vivienda. También es buena idea comprobar que todo funciona correctamente y está limpio, y luego reflejarlo en el contrato.
  • No abandone el piso sin pruebas gráficas a su salida, ya que serán la prueba del inquilino ante cualquier problema que pueda surgir.
  • En caso de cualquier problema, debe reclamar por escrito a la otra parte. Para hacerlo de forma fehaciente, es importante presentarlo como prueba ante instancias posteriores.