Desafortunadamente, existen todo tipo de actos delictivos a los que hay que hacer frente en situaciones cotidianas y uno de ellos está relacionado con sufrir una avería en el coche. Se trata del timo de la grúa pirata, cuya denominación ya da pistas de cuál es el modus operandi.
Para comprender mejor esta estafa, sigamos los pasos que dan los timadores para aprovecharse de un problema que ha sufrido la víctima, en este caso, una avería mecánica.
Si la grúa pirata es rápida, cuando llegue la que ha enviado el seguro, probablemente ya no haya ningún vehículo que transportar, con lo que habrá sido una pérdida de tiempo –y de negocio–. Incluso puede darse el caso de que llegue y ya haya otra grúa, de manera que puede darse una situación desagradable o que simplemente se marche por considerarla una equivocación.
Este tipo de estafa no solo afecta a los conductores, sino también a los servicios de grúas legales. Por lo tanto, lo más adecuado es tomar medidas y poner atención a cualquier indicio de estafa. En primer lugar, el conductor debe preguntar por la grúa que hará el servicio, tanto el nombre del gruista como la matrícula del vehículo. De este modo, si aparece otra grúa, podrá rechazar su servicio.
Asimismo, en el momento en que la grúa pirata ha cargado el coche y solicita una suma de dinero concreta, el conductor del automóvil averiado debe tener presente que la mayoría de los seguros no solicitan el pago en metálico o por adelantado de este servicio. Por lo tanto, si el gruista timador insiste en que es una práctica normal en el sector, deberá ponerse en contacto con el seguro nuevamente para comprobar que no se trata de un timo.