Enjaguarse la boca es importante, pero muchas personas no lo hacen bien. Incluso los más preocupados por su higiene bucal pueden equivocarse a la hora de aclararse después del cepillado. Y tú, ¿lo estás haciendo de manera correcta? Te decimos cómo y cuándo debe hacerse.
Lavarse los dientes es una rutina que aprendemos de pequeños y cambia poco a lo largo de la vida: cepillarse, enjuagarse y usar hilo dental. Pero, según los expertos, probablemente te has estado enjuagando mal toda tu vida.
La limpieza de la boca después de comer empieza con el cepillado de dientes. Los dentífricos que usamos suelen contener flúor, un mineral que se encuentra en el fluoruro sódico, que evita las caries y la proliferación de bacterias que producen sarro.
Si bien ese flúor es perjudicial cuando se abusa de él, es necesario usarlo en su medida recomendada para fortalecer el esmalte.
Cuando nos enjuagamos con agua nada más terminar de cepillarnos durante mucho rato o más de una vez, lo que hacemos es arrastrar ese flúor y no dejar que actúe lo suficiente, por lo que ahí tenemos el primer error frecuente. Entonces, ¿qué hay que hacer?
Según los expertos, sí debemos enjuagarnos con agua después del cepillado, pero poca agua y durante pocos segundos. Además, conviene esperar uno segundos antes de meter el agua en la boca para enjuagarse. De esta manera, eliminaremos el exceso de pasta pero no arrastraremos ese componente importante que protege los dientes.
Otro consejo de algunos especialistas es beber agua antes de cepillarnos para que esa película protectora del flúor que contiene la pasta permanezca más tiempo en el diente.