Mantener limpio el cepillo de dientes es básico para mantener una buena higiene bucal. Los expertos señalan que debemos cambiar nuestro cepillo de dientes cada 3-4 meses y así conseguir que siga obteniendo un buen uso, pero, mientras tanto, ¿Cómo debe limpiarse después de usarlo?
Para limpiar el cepillo de dientes de manera correcta los expertos recomiendan ponerlo bajo un chorro de agua caliente, para que así la temperatura permita ablandar las cerdas y que se puedan eliminar de ellas los restos de pasta y alimentos más fácilmente.
Una vez mojado, hay que frotar el cepillo con el dedo pulgar durante varias veces, debajo del agua, para eliminar todos los restos que queden entre las cerdas. Para terminar, no hay que olvidarse de sacudirlo bien para que no queden restos de humedad.
El doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, asegura en una entrevista en Infosalus que todos los organismos y sociedades científicas internacionales avalan que se puede conseguir un adecuado control de las bacterias orales mediante al menos dos cepillados diarios (idealmente tres), de dos minutos de duración cada uno, con pasta dentífrica fluorada.
"De estos dos cepillados, uno necesariamente tiene que ser nocturno. Por lo general, se recomienda dividir la boca en cuatro cuadrantes (dos para la parte de arriba y otros dos para abajo). En cada cuadrante, se deben cepillar todos los dientes y todas las superficies, al menos, 30 segundos; terminando con el cepillado de la lengua que actúa a modo de esponja de bacterias, de ahí la importancia de "barrerla" al terminar el cepillado. Finalmente, no debemos olvidar usar la seda dental o el cepillo interdental por las noches", resalta este dentista.
El cabezal del cepillo eléctrico, al igual que ocurre con los cepillos manuales, debe reponerse cada 3-4 meses, según prosigue, al tiempo que ve importante fijarse en el estado de las cerdas: si se observa que están abiertas y deterioradas es un claro signo de que hay que cambiarlo ya.
"También hay determinadas circunstancias que nos obligan a sustituirlo por otro, por ejemplo, si hemos estado con fiebre, gripe, o con anginas, porque estará contaminado. Del mismo modo, si por descuido lo ha compartido con otra persona de su entorno, mejor directo a la basura y cambiarlo por uno nuevo", sentencia el presidente del Consejo General de Dentistas.