Llega la primavera, el cambio de hora hacia el verano y el buen tiempo. Se trata de un momento ideal para poner la casa a punto ya que, a la hora de hablar de la limpieza en el hogar, pocas cosas pueden desacreditarnos tanto como la luz solar.
En esta ocasión, hablaremos de cómo dejar relucientes los suelos laminados, una opción perfecta para toda la vivienda puesto que son más fuertes que los de parqué, son resistentes al agua y, en algunos casos, ignífugos. Además, existe una gran variedad de acabados, tanto con aspecto de madera como de otros materiales como el mármol o la pizarra. Y, por si fuera poco, apenas requieren de mantenimiento. No obstante, si es necesario limpiarlos de manera adecuada.
Lo primero que debemos hacer es colocar el aspirador en modo suelo y eliminar con cuidado toda la suciedad gruesa como puede ser el polvo o las pelusas. También podemos pasar una mopa o barrer utilizando un cepillo adecuado, aunque es más eficaz el aspirador. Eso sí, hay que tener cuidado de no arañar el suelo y que algunas partes se vean afectadas por el roce.
Una vez eliminada toda esa arenilla, toca fregar. Para ello, puedes emplear agua a la que hayas echado un poco de jabón u otro producto específico, pero sin excederse y siempre respetando la dosis recomendada por el fabricante. No es aconsejable usar lejía, ceras, abrillantadores o disolventes fuertes porque la superficie podría resultar dañada.
Si no has tenido la suficiente precaución para aclarar los suelos con agua limpia, puede que se ensucien las ranuras que separan cada tablón, por lo que, con paciencia, deberás deshacerte de la suciedad eliminada ayudándote de un cepillo o un paño impregnándolos con alcohol.
En caso de utilizar algún tipo de detergente o producto de limpieza para eliminar alguna mancha concreta, habrá que secar el suelo para que no queden restos. Cuando friegues, humedece la fregona (mejor si es de buena calidad) y escúrrela muy bien antes de pasarla. No hay que encharcar el piso.
Un consejo casero que funciona muy bien para limpiar los suelos, y darle ese toque extra con el que conseguiremos que parezca nuevo, es limpiarlo con un toque de limón, agregando unas gotitas. Las láminas lo agradecerán y la vista, también. Además, olerá fenomenal.
Habrá quien se pregunte si puede usar vinagre blanco. La respuesta es que sí, aunque disolviendo un tapón en un litro de agua y aplicándolo tan solo en la mancha que se nos esté resistiendo. Si se derrama vino, cerveza o leche, hay que recoger el líquido cuanto antes con un papel absorbente.
Por último, destacaremos que, aunque es ya un utensilio algo menos económico, podemos adquirir una mopa eléctrica con la que dejaremos los suelos completamente relucientes.