Por mucho que limpiemos a conciencia nuestro hogar de forma regular, existen determinados zonas que tienden a ensuciarse rápidamente y en las que es más fácil que abunden gérmenes: bacterias (por ejemplo, Salmonella), virus (como el Rhinovius, causante del resfriado común), hongos (como el Trichophyton, que puede causar pie de atleta) y hasta parásitos pueden acampar a sus anchas si no somos conscientes de cuáles son sus lugares preferidos para reproducirse y vivir. Para evitar enfermedades y sustos en materia de salud, toma nota de cuáles son los diez objetos del hogar que más gérmenes contienen.
Los diez objetos del hogar que contienen más gérmenes
Desde el inodoro hasta los cepillos de dientes, la lista de lugares donde pueden acumularse y desarrollarse gérmenes de todo tipo es muy larga, si bien algunos espacios son más propensos que otros a que ello ocurra. En general, los lugares (y utensilios) de uso frecuente son especialmente sensibles. También aquellos espacios y objetos donde, debido a su tipo de uso, sea más sencillo que se produzca este tipo de contaminación. El inodoro o el fregadero son ejemplos de ello.
Según un estudio elaborado por Sanytol, la presencia (o no) de gérmenes tiene mucho que ver con la frecuencia con la que limpiamos. Así, si un inodoro puede ser el lugar con más tenencia a acumularlos, el hecho de que seamos conscientes de ello y lo limpiemos con frecuencia hace que la presencia real de virus o bacterias disminuya con respecto a, por ejemplo, las pantallas de móviles o tabletas, ya que no tenemos la costumbre de limpiarlas con frecuencia.
Además, la posibilidad de contagio varía siguiendo la misma idea: nadie come en el baño ni toca el inodoro sin lavarse luego las manos (o, al menos, nadie debería hacerlo), pero sí tenemos normalizado manejar nuestro teléfono y comernos a continuación una manzana sin lavarnos antes las manos.
Cabe destacar que algunos espacios y objetos dedicados a la limpieza, como grifos y bañeras, forman parte del listado de los más propensos a acumular gérmenes, al menos potencialmente. Todo dependerá de nuestros hábitos de limpieza y de los productos utilizados, así como de la frecuencia con la que limpiemos y el uso que hagamos de estos lugares.
Toma nota de dónde es más probable que se acumulen gérmenes en tu hogar:
Inodoro. Es el lugar estrella para la acumulación de gérmenes, por razones obvias. Por eso lo limpiamos mucho: el 56 de los participantes en el estudio lo limpia a diario y, de ellos, el 32 por ciento lo desinfecta.
Estropajos y trapos de cocina. Por alguna razón inexplicable, a veces tendemos a alargar la vida útil de estos utensilios mucho más allá de lo recomendable y, una vez gastados, los 'reciclamos' para la limpieza de lugares más sucios, como el baño. El resultado es que puede haber hasta seis veces más bacterias en las bayetas que usamos para limpiar la cocina que en la tapa del váter. Los patógenos intestinales más comunes pueden permanecer hasta dos semanas en una esponja húmeda.
Fregadero. El fregadero de tu cocina puede acumular 100.000 veces más gérmenes que el lavabo, y puede llegar a dar cobijo a más de un millón de bacterias por centímetro cuadrado. Su limpieza y desinfección, por tanto, no debe pasarse por alto.
Grifos, bañeras, gomas de la lavadora y neveras. En este caso la humedad acumulada tiene mucho que ver con la presencia de gérmenes de todo tipo. Es el ambiente perfecto para el crecimiento de hongos y bacterias y, de hecho, es frecuente encontrarlos en las gomas de cualquier electrodoméstico si descuidamos su limpieza.
Cepillos de dientes y sus vasos. Es muy importante cambiar de cepillo de dientes cada dos o tres meses, no solo por razones de higiene, sino porque es probable que deje de cumplir con su función de forma óptima debido a su desgaste. El 80 por ciento de estos objetos contienen millones de organismos precisamente porque no solemos desinfectarlos o alargamos demasiado su uso.
Suelos. Los suelos también deben desinfectarse frecuentemente y es muy importante evitar consumir cualquier alimento que lo haya rozado.
Tablas de cortar y cuchillos. Las tablas de alimentos (especialmente si son de madera) pueden convertirse en un verdadero nido de gérmenes. Cualquier material poroso debe evitarse, así como mantener estos utensilios húmedos o sin desinfectar. Ten en cuenta que por ellos pasan alimentos crudos, muchas veces de origen animal.
Aparatos tecnológicos. Hablamos de teléfonos móviles, tabletas, ordenadores... Estamos demasiado acostumbrados a manejarlos sin lavarnos las manos después y sin desinfectarlos correctamente. Esto también se aplica a mandos a distancia, teclados y videoconsolas. Podemos encontrar hasta 450 bacterias por tecla en un ordenador.
Muebles y picaportes. Nuestras manos pasan por ellos y por eso es importante una limpieza cada poco tiempo, especialmente en época de gripes y resfriados.
Juguetes. También hay que tener especial cuidado com los juguetes, teniendo en cuenta que los niños suelen ser más propensos a contagiarse y, de paso, a transmitir virus y bacterias a toda la familia. Entre el 40 y 50 por ciento de ellos contienen virus respiratorios y digestivos.