Los vecinos de Santa Fe han perdido la cuenta de los temblores que se han sentido en las últimas semanas. Se calcula que han sido cientos desde diciembre, cuando empezó lo que los expertos llaman un enjambre sísmico y que, según comentan, podría terminar en unos días o en unos meses, incluso podría durar en años. ¿Qué es este fenómeno que está agitando Granada y cuál es su origen?
Los enjambres sísmicos "son secuencias de terremotos agrupadas temporal y espacialmente donde no se distingue claramente un terremoto con magnitud superior a los demás", explica Juan V. Cantavella Nadal, investigador del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Por tanto no se produce un enorme temblor con réplicas posteriores, sino que son muchos terremotos que ‘dosifican’ la energía.
"Los terremotos se producen debido a una acumulación de esfuerzos en una zona. Cuando la corteza no es capaz de resistir estos esfuerzos se produce un deslizamiento brusco en una falla, y se libera rápidamente una gran cantidad de energía acumulada durante mucho tiempo", responde el investigador del IGN par El Tiempo Hoy.
En el sur de España, el movimiento de las placas eurasiática y africana acumula energía constantemente. Existe una fricción porque la africana empuja unos 4 a 5 mm al año contra la eurasiática.
Esto ha provocado que, "en el caso de la cuenca de Granada, se haya llegado a ese límite de resistencia en las fallas presentes en la zona". Lo que ocurre después es que "la energía liberada se propaga en forma de ondas sísmicas por el interior de la Tierra, llegando a la superficie y causando los efectos que percibimos", continúa explicando.
La sismicidad de mayor magnitud se produce entre 3 y 12 kilómetros de profundidad y la Vega de Granada, que se encuentra fracturada en su interior, forma parte del bloque superior de esta zona de falla que se desliza hacia el oeste-suroeste.
"Sí, esto es cierto. Pero hay que tener cuidado con ciertas suposiciones. Si una zona tiene el potencial para que ocurra un terremoto por ejemplo de magnitud 5, esta energía no va a liberarse con unos cuantos terremotos de magnitud 3 sino que harían falta del orden de 30 terremotos de magnitud 4", aclara Juan V. Cantavella Nadal.
"La magnitud del terremoto esta relacionada con la energía liberada y esta con la superficie de falla que se desplaza y con la longitud de ese desplazamiento", dice.
Se pueden dar dos escenarios: que toda la falla se desplace al mismo tiempo, o que solo se desplace una pequeña parte de esa misma falla. "En el segundo caso se produce un terremoto de menor tamaño que en el primero. De esto también se desprende que la magnitud máxima que puede ocurrir en una zona viene determinada por las fallas presentes en la misma".
En la zona de Granada, las fallas tienen la capacidad de desencadenar sismos de una intensidad de hasta nivel VIII en la Escala Macrosísmica Europea (EMS), lo que se considera 'Gravemente dañino'.