Desde hace unos días, varios arqueros de la Federación de Caza están disparando flechas a jabalíes en Valdemorillo (Madrid). Es con la autorización de la Consejería y del Ayuntamiento para el control de la población, dicen, pero la polémica está servida. Muchos no creen que este método sea el más ético para disminuir las intrusiones de estos animales en las zonas urbanas, puesto que a menos que se apunte bien al corazón lo deja agonizando horas e incluso días.
Los animalistas creen que hay otros métodos mejores que el disparo con arco, aunque, eso sí, no son gratuitos: vacunas anticonceptivas o simples vallados para que no pasen. De hecho, generalmente los métodos más utilizados en la comunidad suelen ser el uso de jaulas, precisamente para “evitar el sufrimiento de los animales capturados”, decían en nota de prensa desde el Ayuntamiento de Madrid, el pasado mes de diciembre.
“Los animales están en el campo. Si no te gusta, te vas a la ciudad”, dice contundente una vecina del municipio.
Pero el Ayuntamiento de Valdemorillo responde: “Expuesta la situación ante la Comunidad de Madrid, al amparo de la resolución de la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales, y contando con el informe favorable emitido por el Área de Conservación de Flora y Fauna, la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad ha autorizado la realización de este control de jabalí con arco”, han dicho en un comunicado.
Además, aseguran desde el Ayuntamiento, estos disparos con arco “únicamente se realizan por un equipo especializado de la Federación Madrileña de Caza, en concreto, el servicio de controladores con arco de especies silvestres (SCAES-FMC)” y se hace “conforme a unas pautas que se respetan en todos los casos”, apuntan.
Aseguran que se trata de un método efectivo de control de poblaciones de jabalíes que también se utiliza en otros municipios, y pone como ejemplos San Sebastián de los Reyes y Alcobendas.