Se trata de una de las partes más estrechas del sendero, que une los pueblos de Caín (León) y Poncebos (Asturias). El vídeo del momento, difundido en las redes, ha provocado un rápido alud de críticas en defensa de la protección de los animales.
En un primer momento, puede verse como los excursionistas, con mochilas y palos, rodean al animal, que queda al borde del precipicio. Más tarde continúan hostigándole, hasta que el jabalí retrocede aún un poco más y acaba cayendo por la ladera. Otro senderista lo graba todo desde lejos, incluida la caída (abstenerse aprensivos).
Se trata de una ruta tradicionalmente muy complicada, ya que aparecía y desaparecía si las condiciones meteorológicas se ponían adversas. Ahora, tras la rehabilitación de principios del siglo XX para canalizar el agua y abastecer la central hidroeléctrica de Poncebos, se puede disfrutar casi durante todo el año del camino y su entorno. Eso sí, siempre que se respete el ecosistema natural del paraje y no se hagan atrocidades como esta.