Los abrazos no están permitidos, lo sabemos, pero ¿y los abrazos a los árboles? Eso sí. Al menos, en Islandia. Las autoridades lo recomiendan, de hecho. Qué mejor manera de administrar todos esos mimos que te estás guardando que dándoselos a la naturaleza. Raro, pero quién sabe.
No es que tenga nada que ver con eso de abrazar árboles, pero las cifras del coronavirus en Islandia no tienen nada que ver con las de aquí. Los muertos se cuentan con los dedos de las dos manos y los test gratuitos están disponibles desde enero, con que los contagios no llegan a los 2.000. Por comparar, hay más casos en La Rioja que en toda la isla nórdica. Todo ello, sin cuarentena obligatoria, solo recomendada. Eso explica que puedan salir a dar amor a los troncos de los árboles.
A pesar de no ser obligatorio, la mayoría eligen evitar las multitudes y aislarse, y eso está generando la sensación de soledad que aquí conocemos de sobra. De ahí nace el consejo del servicio forestal de dar cariño a los árboles, que curiosamente se está viendo respaldado por mucha gente.
Los propios guardabosques están difundiendo fotos con toque cómico llevando a cabo su recomendación, aunque advierten: es peligroso que mucha gente se abrace al mismo árbol. "Aprieta la mejilla contra el tronco y cierra los ojos. Sentirás una sensación maravillosa de relajación y estarás listo para un nuevo día", le decía hace unos días el guardabosques Þór Þorfinnsson al Servicio Nacional de Radiodifusión de Islandia (RÚV).
Viendo sus caras de felicidad y encerrados en casa, desde luego, apetece probarlo.