El impacto de la Inteligencia Artificial como potencial sustituta de nuestros puestos de trabajo va un paso más allá. Ya alguna empresas la están utilizando para contratar y despedir. Los sindicatos han comenzado a exigir que estas prácticas sean reguladas para evitar arbitrariedades e injusticias en decisiones que afectan los derechos de los trabajadores.
La Inteligencia Artificial puede seleccionar y contratar, organizar el trabajo, decidir promociones, calcular la productividad y la retribución del trabajador, vigilar y controlar qué se hace en el puesto de trabajo, aplicar régimen disciplinario e incluso despedir. Todo basado en algoritmos y cálculos, sin control ni transparencia, que pueden amenazar derechos del trabajador.
Según un estudio de Capterra el 37% empresas con IA las usan para automatizar flujos de trabajo o tomar decisiones (56% en caso grandes corporaciones), aunque solo "un 8 % de empleados de pymes encuestados reportaron que su empresa se apoya en la inteligencia artificial para tomar decisiones sobre despidos, mientras que esta tecnología no se usa con ese propósito en un 75 % de las pymes", según la encuesta.
El desarrollo de tecnologías como ChatGPT, Copilot, Bard, Bedrock, LLaMA 2, Dall E, Midjourney o Stable Diffusio ya están siendo usados por la sociedad y llegan a la vida laboral. Por el momento solo el 8% de las pymes.
Los sindicatos, por su parte, han reclamado buscar un equilibrio entre el progreso tecnológico, los derechos laborales y la distribución de la riqueza. Además,
alertan del uso de inteligencia artificial para despedir y apelan a la negociación de los convenios de las empresas para regularlo. Piden grados de control sobre la IA por convenio, así como incorporarlo a la negociación de esos marcos laborales. El V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva ya contempla
en un capítulo claúsulas relativas a la Inteligencia Artificial en el entorno laboral.
Los trabajadores tampoco ven con buenos ojos que una decisión tan importante esté en manos de una máquina: casi la mitad de empleados que se sienten incómodos con este uso de la IA en sus empresas considera que no es ético tomar este tipo de decisiones, según la encuesta de Capterra que recomienda a las empresas establecer "un protocolo transparente" que informe a los empleados sobre qué tipo de decisiones tomará la inteligencia artificial con el fin de "reducir la inseguridad en la plantilla".
Entre las "recomendaciones para la negociación colectiva de la IA"; Eurofund, por su parte, lista de derechos fundamentales directamente afectados por la IA o algoritmos en el trabajo (derecho a la dignidad humana, a la integridad de la persona, derecho al respeto a la vida privada y a la protección de datos personales)