Sabemos que, en sus performance, Rosalía no da puntada sin hilo. Y mucho menos si lo hace acompañada de un mito de la historia de la música como Björk. Juntas han publicado su colaboración más solidaria y reivindicativa, pues todos los beneficios que se extraigan de la reproducción de 'Oral' en las plataformas irán destinados a la lucha contra la cría industrial del salmón en el mar abierto de Islandia.
Así lo decidió Björk al tomar conciencia del drama medioambiental que estaba causando la piscicultura en su país, adaptando esta canción de amor que compuso hace 25 años a la salvación de la fauna marina. Y nadie mejor para ayudarla que su amiga Rosalía; mucho más cuando, después de su épica actuación en la gala de los Latin Grammy de Sevilla, la catalana está en el mejor momento de su carrera (y vida).
En cuanto al videoclip, despertó mucha expectación al saberse que estaba hecho con Inteligencia Artificial. Dirigido por Carlota Guerrero, en la escena se puede ver a una rejuvenecida Björk que, después de casi diez años apareciendo en público con máscaras o antifaces, volvía a mostrar su cara al descubierto. En un espacio blanco y luminoso, los avatares de las dos artistas mantienen una lucha de catanas sobre un suelo que ha sabido reconocer el ojo catalán.
El vídeo fue grabado en la reconstrucción que existe ahora de la mítica granja de 'La Ricarda', una central lechera construida en 1909 por Manuel Bertrand y que fue pionera en la introducción de métodos modernos en la cría de vacas y la producción de leche. De esta forma, el sello de Rosalía reivindica una segmento de la cultura de su comunidad, que también formó parte de un conflicto con el aeropuerto del Prat.
En su origen, esta granja, cuya redondez y cerámica es muy representativa del lugar, se erigió en la zona del delta del Río Llobregat, que el aeropuerto sigue queriendo adquirir para ampliar sus instalaciones. Sin embargo, el terreno es un enclave decisivo en el ecosistema del río y, por tanto, patrimonio protegido de la ciudad.