La base argentina de San Martín, situada en la Península Antártica, amaneció recientemente arropada por un “campo de flores" congeladas en su exterior, un bellísimo fenómeno que requiere de unas condiciones excepcionales para producirse. Así se forman.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha difundido las imágenes a través de su cuenta de Twitter: "Este fenómeno ocurre cuando se originan pequeñas fisuras en el hielo marino, por las cuales se evapora el agua, que se congela rápidamente al encontrarse con aire muy frío", explican.
Las condiciones para que se forme esta escena solo se dan en regiones muy frías de manera puntual: "Para que el agua cambie de estado, de vapor a sólido, se requiere también viento escaso y sal dentro de hielo poroso, que es lo que desencadenará el proceso de cristalización para crear esa especie de jardín congelado", detallan desde el SMN.
Las flores de hielo no son lo único que adornan las regiones frías del mundo de manera ocasional. ¿Te suenan los nenúfares congelados? Los de la siguiente imagen se formaron en el lago canadiense de Abraham. Las burbujas que parecen flotar son en realidad ‘sacos’ de metano, gas que liberan animales o plantas desde las profundidades y quedan atrapados al congelarse por el intenso frío.
Otro espectáculo de la naturaleza que se forman como consecuencia del frío glacial son las bolas de hielo, como estas que se vieron en el lago Michigan de Estados Unidos. Para que se creen estas pelotas heladas es necesaria una superficie del mar plana, viento muy débil y constante y, por supuesto, temperaturas bajo cero.
Las cencelladas, que también llaman la ‘niebla helada’, es un fenómeno que vemos cada invierno en España y otros países del mundo y que ornamenta con cristalitos de hielo los árboles en zonas de bosque. La humedad y la temperatura gélida se unifican para congelar las gotas de agua al contacto con cualquier superficie, generalmente la vegetación.