Así funcionan las granjas de clics, el fraude de las redes sociales

Vivimos un momento en el que las redes sociales y las opiniones de los usuarios son vitales para el funcionamiento de las empresas, da igual su tamaño. Y, por eso, muchas acuden a las llamadas "granjas de clics". Una sola persona rodeda de decena o miles de dispositivos móviles se dedica todo el día a comentar, de manera positiva o negativa, servicios que nunca ha probado y cuyas empresas o sus rivales le pagan por hacerlo.

Estas granjas de clics suelen estar en países distintos a aquellos en los que realizan su actividad, sobre todo en Asia. Generalmente suelen ocultar su procedencia para que no las detecten, cambiando las direcciones IP de los móviles.

También se caracterizan por pagar sueldos muy bajos a las personas encargadas de manejar estos sistemas de interacción con las redes sociales.

¿Qué son las granjas de clics?

Las granjas de clics son como las marionetas digitales de la era cibernética. Detrás de su aparente inocencia, se esconde una maquinaria sofisticada que manipula las estadísticas en línea. Estas granjas están compuestas por bots o cuentas manejadas por personas reales, y su objetivo es inflar artificialmente la popularidad de ciertos contenidos en las redes sociales.

¿Cómo funcionan?

  • Bots automatizados: Los bots son programas informáticos que siguen instrucciones para realizar tareas repetitivas. En el caso de las granjas de clics, estos bots pueden dar likes, repostear, seguir cuentas o generar visitas a videos. Su acción constante y masiva crea la ilusión de una mayor interacción orgánica.
  • Multicuentas: Otra variante son las multicuentas, donde personas reales manejan varias cuentas simultáneamente. Estas cuentas pueden atacar o apoyar a otros usuarios o publicaciones según las instrucciones recibidas. Así, se amplifica la influencia de una tendencia o se desacredita a un adversario.

¿Para qué sirven?

  • Inflar estadísticas: Las granjas de clics son contratadas por individuos o empresas para inflar sus métricas publicitarias. Más clics, más visibilidad, más ingresos. Es una fórmula tentadora para quienes buscan destacar en el ruido digital.
  • Apoyo político: En el ámbito político, estas granjas pueden ser utilizadas para respaldar o atacar a candidatos, partidos o movimientos. Al inflar tendencias o difundir desinformación, pueden alterar la percepción pública.

¿Cómo engañan a los usuarios?

  • Falsedad de interacción: Los clics generados por las granjas no son genuinos. Engañan a los usuarios al hacerles creer que un contenido es más popular o relevante de lo que realmente es.
  • Manipulación de la opinión pública: Al inflar tendencias o difundir noticias falsas, las granjas de clics pueden moldear la percepción de la realidad. Los usuarios confían en la autenticidad de las interacciones, sin sospechar que detrás hay una maraña de bots.

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