Ser influencer es una de las nuevas profesiones que han surgido con el auge de las redes sociales en esta era tan digitalizada. De hecho, encabeza la lista de trabajos más buscados y soñados en España.
El anglicismo hace referencia a esas personas con capacidad de influir sobre otras. Actualmente existe todo tipo de perfiles que intentan ser influyentes para los demás: desde los del mundo geek como El Rubius hasta los del sector de la moda como Mahi Masegosa.
También los hay dietistas-nutricionistas como el sevillano Roberto Sánchez del Valle, con quien hemos charlado en Telecinco. Nos cuenta de primera mano cómo es el trabajo de un influencer. El contenido que publica es de nutrición y deporte, además de lifestyle, enfocado a un estilo de vida saludable.
Conocido en sus redes sociales como Roberto Nufisa (que da nombre al proyecto que emprendió) tiene más de 48.000 seguidores en Instagram y más de 12.000 en TikTok. Empezó a “divulgar” después de estudiar el grado universitario de Nutrición Humana y Dietética.
“Veía mucha desinformación y poco rigor entre quienes tenían influencia: dietas milagro, suplementos sin evidencia…”, recuerda. Así que él se propuso “dar otro enfoque” con los conocimientos adquiridos en la carrera. Y logró llegar a cada vez más gente.
“Con el tiempo, fui mostrando más de mi vida para conectar más con mi audiencia”, apunta. Al final se pasa el día “creando contenido”, organizándose bien para “publicar diariamente”. Porque también gestiona las cuentas de sus otros dos negocios, uno de nutricionista online y el otro de café de especialidad.
Roberto reconoce que algunos días son de menor actividad: “Voy subiendo lo que me apetece o va surgiendo”. Y otros directamente no comparte nada: “Cada cierto tiempo me gusta desconectar, no publicar o dejar el móvil”, asegura.
Cree que es importante y necesario porque “cuesta separar el ocio del trabajo hasta el punto de darte pereza responder mensajes de amigos o familiares”. Por eso, nos cuenta que se obliga “a parar de vez en cuando”.
Sin tener adicción al móvil, es bastante tajante al respecto de su uso: “Podría pasarme días y meses sin utilizarlo, si no fuera porque, en parte, es mi trabajo”. Uno que no entiende de sábados o domingos, ya que “la gente suele estar más activa en redes los fines de semana”.
Por lo que a Roberto le toca “publicar lo mismo que cualquier otro día”. Admite que no le supone “demasiado esfuerzo”, al tenerlo integrado ya en su rutina laboral. Lo que más le gusta de ser influencer es “poder llegar a tanta gente esté donde esté”.
Así como “ayudar” a sus seguidores a “cambiar hábitos, entretenerlos y hacerlos reír”. Roberto compara su papel con el de “crear un grupo de amigos gigante con el que compartes intereses”. Ve su trabajo “muy satisfactorio”.
Aunque también considera positivo el haber conocido a personas que “habría sido imposible de conocer de otra manera”, trabajar para la audiencia digital conlleva una exigencia. Esa no escrita de “tener que publicar todo por obligación”.
Es la sensación que nos traslada el sevillano, a modo de “esclavitud”: “De pensar que si no lo inmortalizas, no está pasando”. En su caso, trata de “ser consciente” de ello e incluso alguna vez lo ha comentado con sus seguidores.
“Lejos de sentarles mal, he conectado más con ellos, ya que ven que detrás de las fotos y vídeos hay una persona normal”, explica. Después de su formación, Roberto ha logrado que no le falte trabajo “gracias al alcance” conseguido en sus redes sociales.
Porque casi todos los clientes que tiene en Nufisa le han conocido por una vía que, por otro lado, le permite obtener ingresos extra. Mediante “promociones y colaboraciones con distintas marcas”, que elige “muy bien”. A esto le ayuda la agencia Hello Monday, premiada este año como la mejor de Andalucía.
“No quiero saturar a mi audiencia con publicidad. Siempre priorizo lo que pueda interesarle antes que centrarme en el dinero”, reconoce. Recalca en este sentido que es importante “ser selectivo” y no hay que guiarse por “que te regalen productos”.
“Si esa es la motivación, al igual que ganar dinero y ser conocido, la carrera será muy corta”, dice un Roberto que cree que ser influencer “no se elige”. Va más bien en el gusto personal: “Te tiene que gustar de verdad crear contenido, comunidad e influenciar”.