La Policía Local de Creixell (Tarragona) incorpora en su uniforme un nuevo elemento que "logra una mayor transparencia" en actuaciones conflictivas. Se trata de las cámaras personales de grabación de vídeo y sonido, que el consistorio ha adquirido para "dar un mejor servicio" en circunstancias que pueden comportar riesgos para los agentes o terceras personas.
Las cámaras van colocadas en el pecho y graban desde una perspectiva subjetiva con una lente de 2,1 milímetros de longitud focal, y una lente con un campo de visión de 141 grados en horizontal y 82 en vertical.
En total, han adquirido un total de seis unidades, con intención de ampliar tres más durante el año 2025. "Son una herramienta que en la mayoría de casos, hace menguar la tensión de algunas actuaciones por el efecto disuasivo de ser conocedor que la situación está siendo grabada", explica el Ayuntamiento de Creixell.
Este elemento de grabación y sonido también incorpora la función de pre-grabación, que permite conservar las imágenes y los sonidos grabados momentos antes de la activación del dispositivo por parte del agente. Este se tendrá que mantener en marcha hasta que no finalice la actuación policial que ha causado la activación de la cámara.
Las imágenes quedarán almacenadas en un servidor municipal y serán destruidas en un mes desde su grabación, excepto cuando estén relacionadas con infracciones penales o administrativas graves, con una investigación policial en curso.
Algunos ejemplos de estas situaciones en las cuales los agentes tendrán que grabar su actuación es en la utilización de la fuerza física, ataque o intimidación por armas u objetos peligrosos, por desorden público y frente a un delito, entre otros.
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