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Una plaga de ratas atemoriza a unos vecinos del barrio de Camp de l'Arpa de Barcelona, donde estos roedores "con tamaño de conejos" han proliferado en un solar, que ha pasado de ser un espacio verde cuidado por los vecinos como jardín comunitario a un terreno okupado en condiciones insalubres desde hace un año.
"Es bastante bestia. Las ratas están entrando a las casas. Hago guardias con mi pareja para que no suban por las paredes. Hacemos ruido para que no entren. Parece de película de terror, pero es real", explican Ilona y Pere, una pareja de Barcelona que siente "miedo" e "inseguridad" ante una plaga que ha dejado al límite a los afectados.
Los primeros roedores aparecieron en la calle Nació en 2014, cuando derribaron un edificio ocupado y construyeron un solar que pertenece a la Sareb. Desde ese momento, la aparición puntual de ratas estaba controlada por los propios vecinos. "Como daba miedo que esto se enquistase, nos encargamos de limpiar el solar y fuimos plantando. Se convirtió casi sin quererlo en un jardín comunitario", comenta Pere, que lleva 15 años viviendo en el piso del distrito de Sant Martí.
El solar se convirtió en un jardín, pero la pandemia acabó con la gestión de la comunidad: "Se desatendió un poco y se vino arriba porque la tierra es muy fértil. Se generó una especie de flora y fue cuando vino la época negra del solar". Un lugar propicio para la ocupación, que los propios vecinos trataron de evitar cerrando el espacio con candados.
"Al final tiramos la toalla y se instalaron unos personajes que son bastante conflictivos. Esta gente estuvo como un año y medio. Durante este tiempo, las ratas empezaron a proliferar, conviviendo con ellos sin ningún problema", admite Pere sobre una plaga que no parecía preocupar a los okupas, a diferencia de los vecinos.
De este modo, el solar se convirtió en un punto problemático para el barrio: "Muchas peleas y posiblemente venta de drogas". Una problemática que parecía acabar el jueves de la semana pasada, con el desalojo de los okupas.
"En un principio estábamos encantados, pero no podíamos entender cómo actuaron. Sacaron dos camiones llenos de basura del solar, pero mutilaron todos los árboles y aún siguen los restos allí, con ramas cargadas de almendras de un árbol de diez metros de altura. Las ratas nunca han tenido un momento de tanto esplendor. No recuerdo haber visto nada así", añade Pere, incrédulo ante una situación que sigue sin mejorar pese a la desocupación del solar.
El miedo por encontrarse a una rata en cualquier espacio de casa crece a diario. "Nadie hace nada. La plaga, que ya era enorme, ahora es exponencial. Es como si les hubiesen dejado el terreno propicio para que estén todavía más a gusto y proliferen. Tienen de todo ahí", lamenta Ilona, que ha llegado a ver hasta 50 roedores pululando por el barrio.
"El sentimiento es de abandono total, pensar que estás en Barcelona y nadie se hace cargo de esto. Te sientes solo, impotente, con una rabia tremenda porque es impensable. Hablamos de salud pública y ratas de tamaño de conejos, no de 'ratoncitos'", critican los vecinos.
El Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado a Informativos Telecinco que el distrito de Sant Martí está realizando un seguimiento de la situación del solar y ha instado a la propiedad a que lleve a cabo un plan de desratización del solar, por lo que ha puesto en conocimiento la presencia de roedores en este espacio a la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).
Por su parte, la ASPB ha puesto en marcha un plan de actuación tras recibir las quejas de varios vecinos y realizó una inspección y actuaciones con puntos de control en la red pública de alcantarillado. Asimismo, tienen previstas más inspecciones periódicas para hacer seguimiento.
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