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Este jueves, 14 de marzo, se cumplen nueve años de la desaparición de Caroline del Valle, la menor barcelonesa de 14 años cuyo rastro se perdió tras ir con una amiga a un botellón en Sabadell y escapar de una supuesta redada de los Mossos d'Esquadra.
La madre de Caroline, Isabel Movilla, destacó hace unos meses en Informativos Telecinco que cree que su hija fue víctima de trata de personas y que podría estar en Francia. Los Mossos d'Esquadra barajaron como principal hipótesis que la joven fue asesinada y que tiraron el cuerpo al vertedero, pero no se encontraron pruebas que lo corroboraran. También se barajó la posibilidad de que sufriera un accidente, pero se realizaron batidas y todas fueron infructuosas. El caso, repleto de mentiras y especulaciones, llegó a ser archivado, pero la investigación se volvió a reabrir en 2018.
SOS Desaparecidos mantiene vigente la alerta de búsqueda, así como el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES):
Caroline había dormido en casa de su amiga Silvia el viernes 13 de mayo de 2015. Tras esta noche, visitó a su madre para pedirle dinero y poder acudir a una discoteca de menores de la Villa Olímpica de Barcelona llamada In Time. Tras recibir el visto bueno, las dos amigas fueron al local la tarde del sábado 14 de marzo, pero al salir, Caroline no regresó a su casa, sino que llamó a su madre y le preguntó si podía dormir con Silvia otra noche. Isabel aceptó, pero la adolescente había mentido. En realidad, se fue con Silvia a un botellón organizado por un grupo de 20 jóvenes (algunos en busca y captura y con antecedentes) en la Zona Hermética de Sabadell (a media hora en coche), cerca de la discoteca Bora Bora, donde solo podían entrar adultos.
Aquella noche del sábado 14 de marzo al domingo 15 de marzo, el rastro de Caroline se esfumó. Justin, un adolescente que fue sospechoso de su desaparición, aseguró hace años en 'Desaparecidos' de RTVE que el grupo del botellón sufrió una redada de los Mossos d'Esquadra, que él se escondió al estar en busca y captura, y que no volvió a ver a la joven. Mientras Nissrine, otra joven que estuvo en el botellón, dijo que tanto Silvia como Caroline estuvieron con tres hombres marroquíes junto a un Audi de color rojo que llevaba matrícula francesa. Asegura que tampoco supo más desde entonces.
La última llamada telefónica de Caroline fue a una amiga a las 05:55 horas del domingo 15 de marzo en la estación de tren de Sabadell Sur. Al parecer, estaba sola, porque las amigas con las que fue ya estaban en el tren de vuelta a Barcelona. Isabel, la madre de la adolescente, se pregunta por qué Silvia le mintió diciéndole que había dormido aquella madrugada y que estaba bien, por qué no la esperaron a volver y quiénes fueron los últimos jóvenes que estuvieron con ella. La progenitora lleva años reclamando nuevos interrogatorios.
Casi una década sin respuestas y un dolor que no se va. Isabel mantiene la habitación de su hija (que ahora tendría 23 años) como un santuario, sigue tal y como estaba antes de desaparecer. Según explicó a este medio, no perderá nunca la esperanza: "No tendría nada si acepto que está muerta. No quiero abrazar sus huesos. Tenía mucha vida por delante". Lo único que pide es que la investigación no caiga en el olvido, que si surge una pista se indague cuanto antes. Sueña con volver a verla: "Le diría que la quiero y que sigue siendo mi niña".
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