Los okupas de la Bonanova tenían claro que iban a oponer resistencia. Con vallas y material de obra los inquilinos ilegales de estos dos bloquen han hecho todo tipo de barricadas para evitar el desalojo. La policía desplegaba un dispositivo de 400 agentes para enfrentarse a ellos y ejecutar la orden judicial. Dos agentes han sido heridos leves.
Los Mossos d'Esquadra han activado para este operativo el Área de la Brigada Móvil, la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi, la Unidad de Drones, la Unidad de Montaña, Canina y Subsuelo, así como a los servicios policiales regionales. El dispositivo ha estado coordinado desde el CECOR de la calle Bolivia con la presencia de los máximos mandos del cuerpo, que han seguido en directo el operativo con las imágenes facilitadas por los drones.
Poco después de las 06.00 horas, y tras los primeros avisos sin éxito por megafonía de los Mossos para que los ocupas abandonaran voluntariamente los edificios, se han iniciado las maniobras policiales para acceder a su interior. Para ello, los agentes de la Brimo han utilizado también una especie de jaula de protección en el proceso de entrada al interior de los edificios.
Los ocupantes de la Ruïna y el Kubo no han dudado en tirar líquido inflamable y objetos contundentes a los Mossos d'Esquadra que intentaban desalojar los edificios ocupados de la Bonanova de Barcelona, según han explicado fuentes policiales.
El desalojo se ha iniciado sobre las 06.10 horas y, desde el interior del edificio, han lanzado sacos con arena, botes de humo y bengalas para dificultar la intervención. Además, en la entrada del edificio han colocado objetos para obstaculizar el acceso de los agentes.
Los mandos de la policía autonómica ya preveían una operación con muchas complicaciones, ante el llamamiento del movimiento squatter a oponer resistencia a los agentes, tanto desde el exterior como desde dentro de los dos edificios interconectados, que son propiedad mayoritariamente de la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, controlada por el Estado. Los Mossos esperaban trampas, gente encadenada o "embidonada con cemento", como han encontrado también hoy en la casa okupada 'Lakasa Estudinou' de Santa Coloma de Gramenet, en la que había seis ocupantes.
"Estamos listos para responder con toda la furia", habían retado los okupas en las últimas horas a través de un comunicado difundido por las redes sociales.
Tanto de día como de noche los okupas de Bonanova han soldado sin descanso todas las puertas y ventanas para convertir los dos edificios, el Kubo y la Ruina, en una fortificación con vallas, muebles, y materiales de obra. "La gente tiene cierto miedo de lo que pueda pasar", decían los vecinos de la zona mientras los comercios se preparaban también ante la situación.
"Que se vayan", dejaba claro un vecino. Uno de los restaurantes de la zona ha perdido todas las cenas de Navidad y un colegio cercano ha suspendidos las clases extraescolares. "Mi nietos van al colegio. No sabemos, yo al polideportivo, tampoco se sabe", señalaban.
En ese escenario, los Mossos d'Esquadra controlaban sobre las 9.20 horas el edificio ocupado del Kubo de la plaza Bonanova de Barcelona. Los agentes, que han llegado a emplear una 'jaula casera' para protegerse, han podido acceder en el interior del edificio y han revisado la planta baja y alguna de las superiores. Los únicos ocupantes que quedaban en 'el Kubo' se han situado en la azotea, y uno de ellos ha ondeado una bandera negra, mientras otro se ha colgado con una cuerda en la fachada al inicio del desalojo.
Minutos más tarde, los agentes han logrado acceder a la azotea y se han llevado a los ocupantes utilizando una grúa, al igual que en la Ruïna. En total, siete okupas han sido detenidos; seis hombres y una mujer.
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