En esta semana del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, recordamos a Carla, una joven víctima del machismo. Tenía 26 años cuando fue asesinada el pasado mes de julio por el joven que fue su pareja. Ella rompió, él no lo aceptó y llegó el acoso, eso tan dramático de 'mía o de nadie'. Al final, acabó con su vida. El testimonio de la madre es demoledor: acompañó a su hija hasta su piso en Girona, en el que el individuo la estranguló. Fue la última vez que la vio con vida.
Hace ya cuatro meses que Carla, la hija de Blanca, fue asesinada: "Fue una cacería a por mi hija. Cuando tuvo claro que no la iba a tener, decidió que mi hija no tenía derecho a seguir viva. Al mes intentó entrar. Pusimos una puerta de seguridad, puso cámaras en el piso...". Carla sospechaba que su expareja de hacía 7 años la seguía.
Su madre la acompañaba hasta el portal si salía tarde del trabajo -era recepcionista en un hotel-. Como en la noche del 27 de julio: "Yo le dije abre el portal que me quedo más tranquila. Y me dijo 'buenas noches, tengo mucho hambre, voy a cenar'. Y arriba la esperaba el asesino. Él iba disfrazado, la atacó por la espalda una vez ella desconectó la alarma y la cogió ya del cuello", precisa Blanca.
Blanca no se lo quita de la cabeza: "No he sabido ver lo que teníamos en el núcleo desde hacía muchos años. Mi hija tenía muchas ganas de vivir, muchas ilusiones. La iba todo bien en la vida, con su novio, su piso, sus tortugas... Y él que no tenía nada, se la ha llevado por delante".
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