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La Audiencia de Almería ha condenado a un total de 31 años y seis meses de cárcel a un hombre por variedad de delitos. Concretamente, por violar y agredir sexualmente a dos de sus hijos y cuatro de sus nietos, en algunos casos durante casi una década.
En la sentencia se explica que el acusado, que en la actualidad tiene 64 años, comenzó primero a realizar tocamientos en los genitales a uno de sus hijos cuando éste tenía 9 años. Aprovechaba los momentos en los que se encontraban a solas en casa.
“Con ánimo libidinoso” y para “satisfacer su apetito sexual”, sus actos fueron a más cuando empezó a violarlo a los 14 o 15 años. Además, en repetidas ocasiones al mes, hasta que la víctima cumplió los 21 años.
Sus agresiones las cometía tanto en Almería como en Sevilla, donde la familia tenía domicilios, así como en la empresa familiar. Algo parecido ocurrió con una de sus hijas, a la que comenzó a tocar en sus partes, además de realizar otros actos sexuales, desde que ésta tenía 9 años.
Si bien a los dos o tres meses de iniciarlas la situación se agravó y comenzó a violarla, “llegando a emplear fuerza para evitar que se moviera cuando le dolía”. Los hechos se repitieron dos o tres veces a la semana, gracias a que, para doblegar a su hija la trataba mal.
De hecho, la castigaba o la obligaba a volver pronto a casa. Así hasta que la víctima cumplió los 18 años, forzándola siempre que ésta se negaba. El fallo judicial relata igualmente lo ocurrido con cuatro de sus nietos, dos niños y dos niñas.
A ellos los sometió a tocamientos y otro tipo de actos sexuales, que también fueron aumentando hasta concluir con violaciones, en el caso de uno de ellos. Lo agredió durante siete años y lo violó cuando tenía 9 o 10.
Con otra actuó de forma parecida durante unos seis años, aunque solo con tocamientos en la piscina o en el sofá. Una segunda nieta fue víctima de sus acciones de diferente tipo varias veces a la semana cuando apenas tenía cinco años.
La menor denunció lo ocurrido en 2023, ya con 15 años. El cuarto nieto también sufrió tocamientos desde que tenía seis años, repitiéndose cinco o seis veces al mes durante siete años, también hasta hace dos años.
La sentencia subraya que el acusado otorgó el 12 de diciembre de 2024 una escritura pública, ratificada unos días después, por la que donaba a los perjudicados bienes valorados en 400.000 euros.
Las víctimas "aceptaron la donación y se dieron por indemnizadas, manifestando que no tenían nada más que reclamar por este concepto. El hombre reconoció los hechos en su declaración en el juicio oral”, añade.
Por la agresión sexual continuada a su hijo le han sido impuestos seis años de prisión. Se suman a otros siete años por la de su hija y, a la del primer nieto, castigada con el mismo número de años.
Otros dos años y nueve meses de cárcel se añaden también por sus acciones contra una de las nietas, misma pena impuesta por la de la segunda nieta. Y, por último, siete años por las agresiones sexuales al otro nieto.
A todo ello se suman diversas órdenes de alejamiento y la prohibición de trabajar con menores durante un total de 89 años, entre otras medidas.
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