Hace quince días que Pandora llegó al depósito de animales de Aljaraque, en Huelva. Quince días en los que no ha dejado de mirar la puerta por donde entró esperando a que su familia vuelva para recogerla. "La dejó allí su dueño", dice Juan Martín, encargado ahora de buscarle una nueva familia.
Y mientras llega la nueva, Pandora sigue esperando a la antigua. "Toda su obsesión es mirar hacia fuera", dice Juan, "ella aprovecha la caseta donde duerme para apoyar sus patas y así se mantiene más tiempo de pie mirando la puerta por arriba". Y así pasa los días mirando una puerta cerrada.
Esa misma imagen la ha colgado Juan hace menos de una semana en su cuenta de Facebook y a pesar de que ha sido compartida más de 2.000 veces, de momento nadie se ha interesado por ella. "Estoy seguro de que podremos ayudarla, pero son fechas muy complicadas de mucho gasto y de mucho movimiento", explica Juan.
De momento permanece en el depósito de Aljaraque, pero en breve será trasladada a la perrera de Valverde, también en Huelva. Sin embargo, si aparece una familia que se interese por ella y cumpla los requisitos, Pandora podría pasar las navidades ya en un nuevo hogar.
Pandora es un cruce de labrador de apenas dos años. "Está muy bien cuidada y su carácter es muy bueno", comenta Juan Martín. El abandono sin embargo le ha hecho mella en el ánimo, "a todos los animales le pasa". Pero Pandora no pierde la esperanza y cada mañana hace lo mismo, busca donde apoyarse y a dos patas sigue mirando una puerta cerrada esperando a que alguien la abra.