Los vecinos de Mollet del Vallès (Barcelona) estarán obligados a diluir la orina de sus perros con agua. Esta es la nueva ordenanza aprobada en el pleno municipal, que afecta a los responsables de los animales, que deberán llevar una botella de agua cada vez que los saquen a pasear.
La normativa también incluye la obligatoriedad de llevar bolsas para recoger las heces y que puede acarrear sanciones desde 80 a 300 euros.
El objetivo de la propuesta es reducir el deterioro que los orines provocan en los diferentes elementos del mobiliario urbano, así como el impacto negativo que genera en términos de olores y suciedad en las calles de la ciudad.
También han reforzado la prohibición de verter cualquier sustancia en la vía pública que pueda ser tóxica para los perros, con sanciones que van desde los 1.500 hasta los 3.000 euros. Otra de las novedades en el cambio de reglamento es el acceso permitido a los perros en los cementerios.
"Queremos que Mollet sea una ciudad cuidada, limpia y cívica, que ama a sus perros y donde tengan todos los derechos, al mismo tiempo que sus responsables tengan también sus obligaciones”, ha explicado el concejal de Civismo y Paisaje Urbano y Mantenimiento del Espacio Público, Ferran Segarra Sánchez.
El próximo paso será poner en marcha los cambios a partir de 2024. Asimismo, aprovechando la entrada en vigor de la ley de Bienestar Animal, la Ordenanza de Tenencia Responsable de Animales de Compañía recogerá los nuevos conceptos como la prohibición de dejar a un perro atado a la puerta de un establecimiento, dejarlo en el interior de un vehículo o dejarlo solo en casa más de 24 horas.
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