Estadio Nuevo Arcángel de Córdoba, puerta 00. El acceso a tribuna, principal entrada al campo del Córdoba CF, es desde ayer además un altar improvisado para la memoria de Álvaro Prieto. Una bandera del equipo, dos ramos de flores y una enorme pancarta con el nombre del jugador cuya muerte ha conmovido a toda la ciudad.
Todo empezó anoche, en esa misma puerta 00, cientos de aficionados acudieron para participar en un homenaje a Álvaro Prieto. Algunos acudían de forma particular, otros convocados por el grupo de Brigadas Blanquiverdes de seguidores del equipo cordobés, que entre himnos, aplausos y cánticos, recordaron al jugador.
Esta mañana seguían llegando aficionados para rendir su propio homenaje. Algunos conocidos de Álvaro, como Hugo, que ayer no pudo estar, y ha acudido esta mañana. "Habíamos coincidido jugando al fútbol", explicaba Hugo frente al estadio, "era muy buen chaval, muy buen chico, se preocupaba por ti siempre... muy cercano".
Con Hugo venían otros cinco amigos que no llegaron a conocerle, pero que también han quedado conmocionados por la muerte del joven. "Esto no se lo merece nadie", dice Hugo, "era muy sano, muy deportista y en el fútbol era un espectáculo, siempre me ha gustado... para el club ha sido un palo muy gordo".
Las velas que anoche se encendieron en recuerdo de Álvaro, hoy siguen frente su estadio, el campo que un día estaba destinado a pisar como jugador. El joven militaba en la categoría juvenil Sub-19 y jugaba en División de Honor. Este domingo se aplazó el partido que su equipo iba a jugar contra el Calavera. La liga seguirá otro día, pero no volverá a ser lo mismo.