Esta mañana se le practicará la autopsia al cadáver de Álvaro Prieto, el joven hallado muerto en la estación de tren de Sevilla. Esta debe arrojar luz sobre su muerte. Aunque todo apunta a que el chico murió de una descarga eléctrica tras subir al techo del tren, los expertos señalan que caer desplomado entre dos vagones es complicado.
El cuerpo de Álvaro Prieto estaba entre dos vagones, donde podría haber caído desde el techo del tren. De hecho, una cámara de seguridad le grabó en la parte superior del tren.
Sin embargo, Miguel Montenegro, trabajador de Adif, ha explicado que “un cuerpo desplomado no entra ahí por casualidad”.
Cómo cayó Álvaro Prieto entre los dos vagones del tren es la gran incógnita. Su cuerpo presentaba quemaduras muy fuertes en las manos y en el torso y carecía de pelo, señales de haber sufrido una electrocución. Se baraja la posibilidad de que tocara la catenaria del tren, en la parte superior exterior de este, y recibiera una descarga eléctrica de 3.500 voltios.
De ser así, Álvaro tendría que haber caído desplomado al suelo y no entre dos vagones, un espació bastante estrecho. Los técnicos dicen que ese hueco solo tiene metro y medio y está cubierto por la parte alta.
Si se hubiera colado por abajo no habría sufrido la descarga de los cables de alta tensión porque el tren no tenía electricidad. Llevaba un mes, desde el pasado 24 de agosto, parado en talleres. Al arrancar el tren si hay electricidad y aunque estuviera ya muerto por otra causa habría sufrido quemaduras aunque tendría la ropa quemada.