El curso para dueños de perros y el seguro de responsabilidad civil, más cerca de ser obligatorios

Tras casi cinco meses desde la entrada en vigor de la ley de bienestar animal, el curso de formación para los dueños de perros y el seguro de responsabilidad civil siguen sin ser obligatorios, aunque la fecha para que lo sean está más cerca, dado que su desarrollo reglamentario ha empezado ya a activarse.

De acuerdo al texto de la Ley de Protección de los Derechos y Bienestar de los Animales, las personas con perros deberán acreditar un curso de formación para la tenencia de ejemplares. Su validez será indefinida, será gratuito y su contenido se determinará reglamentariamente.

Además durante toda la vida del animal, independientemente de la raza, el responsable del mismo deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros; la cuantía para sufragar posibles gastos derivados de los mismos se establecerá asimismo reglamentariamente.

Hasta la aprobación de la nueva ley el seguro para perros solo era obligatorio para los ejemplares de razas consideradas potencialmente peligrosas -que se seguirán rigiendo por la norma específica que los regula desde 1999.

En vigor a medio gas desde septiembre

La ley de bienestar animal, una norma “pionera” según sus responsables, entró en vigor a finales del mes de septiembre, aunque a medio gas, al quedar pendientes de tramitación para esta legislatura, por el adelanto electoral en la anterior, varios desarrollos reglamentarios. En estos momentos, según han explicado a EFE fuentes del Ministerio de Derechos Sociales, “los desarrollos reglamentarios” pendientes de la ley “se encuentran en fase de borrador”.

“En los próximos meses se irán sometiendo a todos los trámites que procedan, entre ellos su exposición pública para recabar las opiniones de todos los sectores y entidades que deseen realizar aportaciones para mejorarlos”, han añadido. En el caso del seguro de responsabilidad civil, según las mismas fuentes consultadas por EFE, una orden ministerial regulará el importe y “la compatibilidad” con otros seguros de los que disponga el dueño del perro, por ejemplo el del hogar.