El pasado mes de septiembre de 2023, el Primer Ministro británico anunció sus planes para prohibir la raza de perro American Bully XL, después de varios sucesos registrados en el Reino Unido con ataques de este animal. "El American Bully XL es un peligro para nuestras comunidades, particularmente para los niños. Está claro que no se trata de un puñado de perros mal entrenados, sino que es un patrón de comportamiento y no puede continuar” decía Rishi Sunak, para trasladar su decisión de tomar medidas.
A finales de año, quedó aprobada la nueva ley sobre perros peligrosos del Reino Unido y ésta ha entrado en vigor el 1 de febrero de 2024. Según la directriz, el hecho de tener un perro de la raza American Bully XL sin exención será considerado como un delito penal, de forma que todos aquellos perros sin licencia podrán ser confiscados por las autoridades y posteriormente sacrificados. Además, los dueños de estos animales en situación de ilegalidad podrán ser multados y procesados en un juzgado.
Para conseguir la exención y evitar el sacrificio de sus mascotas, los propietarios deberán contratar un seguro de responsabilidad civil , similar al que exige la nueva Ley de Bienestar Animal de España: con daños a terceros, para cubrir los gastos en caso de que el animal muerda o haga daño a otros perros o personas. Además, deberá pagarse una tasa de 94 libras (unos 110 euros), llevar microchip y los canes tendrán que estar debidamente castrados.
La normativa británica incide en la castración de todos los American Bully XL para evitar su proliferación: los cachorros de menos de un año tendrán que ser castrados antes del 31 de diciembre de este año y, los que ya tengan más de un año desde la entrada en vigor de la ley, deberán castrarse antes del 30 de junio. Además, todos los perros de esta raza deberán caminar atados y con bozal durante su recorrido. Por crudo que suene, para las familias que no puedan pagar el seguro de responsabilidad civil, el gobierno también ofrece una compensación económica para practicarle la eutanasia.
Todas las medidas han sido duramente criticadas por las asociaciones de animales y por los dueños de los Bully, pues aseguran que, con una buena educación, son tan "cariñosos y apacibles" como cualquier otro perro. Desde la asociación española ALBA recuerdan que los "perros peligrosos no existen", sino que "hay individuos que, con su conducta, los hacen peligrosos, bien por su mal entrenamiento, por darles mala vida o por desconocimiento a la hora de educarlos".