'Crónicas marcianas' fue un programa fue revolucionario, duró 8 temporadas, emitió 1.277 entregas y fue líder de audiencia con 3 millones de espectadores y un 50% de cuota de pantalla. Tras este tiempo, Xavier Sardà ha vuelto al lugar en el que sucedió todo.
"¡Noooo!", decía el jefe de los marcianos nada más abrir la puerta y nos mostraba lo que hubo en el lugar que ahora está todo vacío: la grada del público, la mesa en torno a la que cualquier cosa podía pasar y el lugar, arriba, de Jorge Salvador: "Siempre se reía, me inspiraba la risa de Jorge".
Y en el suelo, justo en el centro, el presentador encontraba una chapa que anunciaba el reencuentro de los marcianos. Una pantalla le devolvía al primer día, ese en que se dirigió a la audiencia pidiendo perdón por lo que iba a decir y por lo que no... Pero también recordaba el último, en el que se despedía diciendo: "Nunca olvidaré al equipo ni a vosotros".
"Entre el primero y el último pasaron varias cosas", decía Javier tras verse a sí mismo.
Junto a Carlos Latre, Xavier explicaba que hicieron un programa piloto en el que solo estuvo situándose pero Joan Ramón Mainat se asustó: "Pensó 'me he equivocado y le he hecho una putada, no va a saber hacerlo. Se pasó el fin de semana en el lavabo y yo llamándole. Yo le dije, no nos preocupemos, somos mortales, tranquilo, ya saldrá". Y salió.
Sabía manejar y no perder el control de un programa en el que todo podía pasar. "El programa era una ruptura de los límites pero él nunca perdía el control y esa capacidad lo convierte en un periodista de raza", decía Pilar Rahola.
Eso sí, como jefe también sabía lo que quería: "Era un jefe durísimo porque era muy exigente consigo mismo y esa misma exigencia la aplicaba a los demás", decía Amparo Miralles.