El vínculo entre madres e hijos, una fuerte relación biológica que garantiza la supervivencia del ser humano
Las madres sienten un lazo muy particular con sus hijos, un vínculo que se crea desde la gestación.
En Amazon Prime Video encontrarás todos los capítulos de la primera temporada de la serie de la que todo el mundo habla.
En los pasillos del Hospital Universitario Los Arcos, en el que se desarrollan la mayor parte de las tramas de la serie ‘Madres’, que puedes ver en Amazon Prime Video, todo se magnifica. Las protagonistas de la serie viven volcadas en sus hijos, poniendo todos los esfuerzos en que se recuperen de sus problemas de salud y en darles ánimos.
Cada capítulo muestra situaciones muy distintas. Teniendo en cuenta que los jóvenes están en plena adolescencia, su carácter es muy cambiante y, a menudo, sus reacciones hacen sufrir a sus madres (y en ocasiones también a sus padres). Experimentan una etapa de sus vidas en la que, aunque necesitan más que nunca sentir cerca a sus padres y saber que están pendientes de ellos, muchas veces les hacen pensar que no los necesitan, incluso que les rechazan.
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Esto provoca una gran frustración en sus madres, especialmente, que sienten un vínculo muy fuerte con ellos y necesitan, de alguna forma, sentirse queridas y valoradas por sus hijos, saber que están a salvo y que son felices.
El instinto es lo que hace que una madre se sienta capaz de hacer cualquier cosa por sus hijos, y ese vínculo extremo tiene mucho que ver con la biología que, aunque apague un poco la magia, nos ayuda a entender mejor el porqué de las cosas. En otras especies, las crías nacen prácticamente autosuficientes y son capaces de andar en sus primeras horas de vida. En el caso de los humanos, nacemos indefensos y necesitamos el cuidado de nuestros padres.
Y es justo por eso por lo que la naturaleza, que es muy sabia, ha creado ese vínculo tan fuerte que une a las madres con sus hijos: para que no los abandonen en el momento del nacimiento y se hagan cargo de ellos. Esta unión comienza durante la gestación y pervive a lo largo de toda la vida y se convierte en una relación de apego indestructible.
El caso de los padres es diferente, pero no por ello menos importante. Y es que este lazo se hace más fuerte cuando los hijos comienzan a desarrollar vínculos sociales, pero es un proceso adaptativo. Las madres sienten un vínculo con el feto desde su creación, y los padres van evolucionando en su relación de apego con los hijos.
Somos seres sociales, y necesitamos relacionarnos con familia, amigos, parejas, compañeros de trabajo y demás seres queridos. Pero pocas cosas pueden compararse a ese lazo mágico que nos une a nuestras madres.