La Menchu tiene una maleta, se la está guardando a la Lupe, una narcotraficante que conoció en la cárcel. Ella solo le pidió que se la guardara hasta que alguien la llamara para recogérsela y por este trabajito, le iba a dar 3.000 euros. Cuando la Yoli ve a su madre entrar con una enorme maleta comienza a sospechar que algo raro hay detrás. “Mamá esto es droga”, le dice la costurera a su madre, y lo tiene claro: “Esto es coca”.
Un chico les llama al telefonillo y les pide que le bajen la maleta, las Morcillo muy nerviosas van al portal y justo antes de entregársela, le disparan por detrás y muere delante de ellas. Josito que ha visto toda la escena (y le han dicho que llame a la policía por si pasa algo, hace lo que le han mandado: llamar a la poli). “Yo lo he visto todo agente, pero quiero una identidad nueva en Cuba”, les pide Josito a los policías antes de declarar. Ahora Yoli y su madre no saben qué hacer con la maleta, así que deciden ir a la cárcel para hablar con la Lupe: “No sean pendejas, no se fíen de nadie”, les advierte.
Enseguida, otro narco se pone en contacto con ellas y les dice que le entreguen la maleta en una hora en la calle María Sotillo 25. Pero no tienen coche, así que a Fina se le ocurre coger el coche de Vicente (sin su permiso) para hacer la entrega. Pero por el camino tienen un percance, paran para tomarse algo y la grúa se lleva el coche por estar mal aparcado.
La Menchu y Fina deciden ir a casa del narco para contarle lo que les ha pasado, y la madre de Yoli se queda retenida allí hasta que no le traigan la droga. La costurera y miss Fine harán todo lo posible para salvar a Menchu…