Menchu está en la cárcel y cuando su hija Yoli va a visitarla, le dice muy enfadada que a qué espera para pagar la fianza y sacarla de allí. La cantidad de dinero exigida es muy elevada y Yoli, que se dedica a hacer arreglillos de modista, no puede conseguirla… al menos con su trabajo actual.
La suerte quiso que en el bar de Coque se cruzase con Rosana, la escort de lujo interpretada por Kira Miró a la que Antonio Recio iba a pedir matrimonio cuando fue atropellado por el camión de Percebesa. Ambas hicieron muy buenas migas desde el primer momento y Rosana le propuso a la montepinariana sacarse un buen dinero trabajando en lo mismo que ella. Al principio Yoli se negó, pero cuando la escort le dijo lo que ganaba en un mes cambió de opinión. Al final llegaron a un trato: Rosana le buscaría clientes a Yoli y ella a cambio le daría un 15% de sus ganancias.
Pronto llegó el debut de Yoli. Rosana la propuso acudir a una cena con dos ejecutivos que habían contratado sus servicios. La modistilla no sabía muy bien cómo afrontar la situación, pero su nueva compañera se encargó de guiarla y de darle unos cuantos consejos: lo básico era que diese un nombre falso y creíble (Yoli escogió Claudia, aunque su primera opción fue Afrodita) y que no se emborrachara.
La cena fue mejor de lo que Yoli se esperaba (se puso hasta arriba de comer), aunque Rosana la cortó y no la dejó pedir postre, con lo que la gustaba a ella el arroz con leche… Luego llegó el momento de la verdad: Claudia tuvo que irse a la habitación con el ejecutivo, que estaba dispuesto a pagarla 2.000 euros por su compañía…
Rosana le buscó otro trabajo a Yoli, pero en su segunda vez como escort no tuvo tanta suerte como la primera. Mientras que el ejecutivo era muy atractivo, el segundo cliente ya era otra cosa… ¡Todo fuera por sacar a Menchu de la cárcel!