Carmen Borrego ha tirado un plato y, tras dos días de tensión, Kiko Hernández ha estallado. Dos insultos después, Carmen se ha ido de plató y casi todos los comensales han tenido que ir a su encuentro para impedir el abandono...
La culpa la ha tenido el boniato. Carmen se disponía a emplatar el segundo plato, lengua de ternera con boniato, cuando se le escurría y todo acababa roto y tirado por el suelo.
“¡Es que eres gili***!”, se quejaba KiKo Hernández, que había perdido la paciencia tras un día entero acusando a Carmen de ir de un lado a otro sin hacer nada: “A mí no me vuelvas a insultar o me largo”, advertía Carmen y su compañero la llamaba “tonta”.
“¡Estoy hasta las narices! ¡Ahí os quedáis! Todo el día insultando pues no me largo porque estoy harta de aguantarle”, decía Carmen marchándose de plató y poco le importaba que Kiko le gritara que no podían dejar así la cena.
Paz Padilla iba a su encuentro pero ella se quejaba: “No puedo más, no para de humillarme”; y Kiko, que se unía a ellos, insistía: “No puede tirar platos y no hacer nada”. Mientras tanto, Alonso intentaba retener a Carmen, ella se resistía y Kiko gritaba: “¡Lárgate!”
Era justo lo que estaba haciendo Carmen, que se quejaba de que su compañero la humillara durante dos días “¡No tenía que haber venido, no me toquéis!”; “si quiere que se vaya, si la cena está hecha”, respondía Kiko.
Sin embargo, Alonso y Alba Carrillo conseguían convencer a Carmen ¿Cómo? ¡Llevándola a plató en volandas!
De vuelta a la cena, los chefs no han sido nada benévolos con su puntuación y aún menos los comensales, que apenas podían probar el plato de lengua. Además, alguien había echado canela al plato...
Sin embargo, con el postre se han coronado y se han colocado los primeros en la lista de clasificados.