Uno de los sectores más golpeados por la reciente DANA ha sido la agricultura. Las pérdidas ascienden a millones de euros, y el 50 % de la superficie agrícola en la Comunidad Valenciana ha quedado gravemente afectada. Los daños no solo incluyen cultivos devastados, sino también infraestructuras, maquinaria e incluso la pérdida de plantas arrancadas por el agua. La recuperación, según los expertos, podría tardar entre cuatro y cinco años. En 'La mirada crítica', Ximo Herrero, un agricultor valenciano, ha narrado cómo, además de los destrozos causados por la DANA, ha tenido que lidiar con un robo en sus terrenos y como se siente y se ha sentido desamparado por el Gobierno.
"Un 80 % de las parcelas las tengo afectadas, y en una de ellas que quedó bien de cítricos, el martes pasado me he encontrado al vecino que me llama diciendo que estaban robando la naranja: alrededor de unos 6.000 kilos, más 1.000 kilos que había en el suelo", ha declarado el agricultor. Estas naranjas eran su última esperanza: "Eran con las que seguir y tirar adelante, con las que no desfallecer y seguir adelante".
Los agricultores pequeños, a diferencia de los grandes propietarios que suelen tener seguros, dependen exclusivamente de las ayudas para salir adelante. Herrero ha lamentado que "de momento no ha llegado ninguna ayuda oficial", aunque ha destacado el esfuerzo de iniciativas solidarias como 'Cultivemos Solidaridad', que ofrece apoyo a pequeños agricultores a través de entidades locales.
"No nos han perdonado nada. Justo después de la DANA pasaron el autónomo, la vida sigue y no te tienen en cuenta en nada", ha denunciado el Ximo. Según Herrero, el único avance hasta ahora ha sido la habilitación de un teléfono de contacto, pero no se han anunciado medidas concretas.
Herrero ha expresado la frustración generalizada entre los agricultores, quienes, según sus palabras, "se sienten desprotegidos por parte de todos". Ha resaltado que la recuperación tras la DANA ha sido posible gracias a la solidaridad de los vecinos y voluntarios, mientras que "de políticos, allí no ha ido nadie". Para el agricultor, esta catástrofe ha puesto en evidencia las dificultades que los agricultores enfrentan diariamente. "Esto es lo que vivimos los agricultores a diario, y esta es nuestra realidad," ha afirmado.
El impacto de la DANA no solo se traduce en pérdidas económicas, sino también en una sensación de abandono institucional que afecta a un sector esencial para la economía valenciana. Mientras los agricultores esperan ayudas, la incertidumbre y la lucha por sobrevivir persisten.