Durante más de una década, Julián Muñoz y Jesús Gil compartieron carrera política: “Era un hombre todopoderoso, y yo me sentía poderoso en Marbella. Cuando me meten en la cárcel, que allí te vas a infierno, me sirvió para reflexionar sobre qué había hecho. Mi gran pecado fue enfrentarme al poder”. Recordemos que su buena relación se vio truncada cuando empezaron a salir a la luz los escándalos del partido y se llegaron a acusar mutuamente de cometer irregularidades en el programa ‘Salsa Rosa’.
Julián Muñoz cuenta que le comunicaron que Jesús Gil iba a hablar de él en directo en este programa y decidió plantarle cara. El enfrentamiento fue de lo más sonado (“traidor, tirano y embustero” son algunas de las perlas mutuas que se dedicaron) y, ante esto, revela que Isabel Pantoja se mostraba encantada con lo que estaba sucediendo porque veía a su pareja como una figura de poder.
Julián considera que Gil “no tuvo huevos” para mostrar pruebas de lo que le estaba acusando y dice que recibió una llamada en la que le advertían que detuviera aquella tensa conversación, pero no lo hizo: “Eso dio lugar a que pasaran todas las cosas que pasaron”. Terminó el programa y Julián se sintió “jodido”: “No pensé que saliese triunfador. A raíz de la bronca en televisión, nos llamó la fiscalía” para que rindieran cuentas.
“Me llamó para preguntarme qué iba a decir, que si les decíamos que había sido un calentón”, cuenta Julián, cosa con la que estuvo de acuerdo. “Eso desencadenó un tsunami nacional. Fuimos dos tontos, quizás el más tonto yo. “¿Quién me iba a decir a mí, que iba a tener un fina siendo alcalde de Marbella y en la cárcel? Del poder, al infierno”.