Abril 2008. A Julián Muñoz le conceden el primer permiso penitenciario para que pueda salir de la cárcel unas horas, un momento de lo más esperado para el exalcalde marbellí, que fue directo a reencontrarse con Isabel Pantoja. En el primer programa vimos parte de las cartas que él escribía a la tonadillera mientras cumplía condena en prisión, luego es de esperar el ansia con el que esperaba este momento. Pero nada fue como Julián imaginaba.
Lo primero que recuerda Julián Muñoz es que Isabel Pantoja no le fue a buscar a ninguno de los permisos que le concedieron, ni siquiera al primero, y eso que siempre había gente esperándole. ¿Cómo le recibió Isabel? “Me dijo que estaba muy delgado y que se alegraba de verme”. Cuando en octubre de 2008 le conceden el tercer grado penitenciario (dormiría en la cárcel solo de lunes a jueves), la artista tampoco fue a recibirle “porque estaba en el dentista”, algo que él no entiende. Durante esos días, Julián no vivía con Isabel, sino que estaba “solo en casa con el espía, que era Fosky (el que fuera chófer de la Pantoja). “Le contaba a ella todo lo que yo hacía”.
Fue en febrero de 2009 cuando se publicó una entrevista a Isabel Pantoja en la que revelaba que ella y Julián habían roto, algo que él no se esperaba para nada. No fue hasta noviembre de ese mismo año hasta que él abandonó la casa de la Pera, en la que vivía. Ese día, la cantante se presentó en la casa y le echó en cara que estuviera viéndose con otra mujer (Karina): “Me dijo que te vayas de esta casa, tienes de plazo hoy y yo le dije que lo haría cuando me diera la gana”.
“Yo fui un capítulo en su vida y lo cortó cuando le dio la gana y de la forma en la que le dio la gana, así de claro. ¿Me quiso alguna vez? No lo sé, algún sentimiento tendría. No se portó bien conmigo. A una persona destruida no le puedes dejar tirado en la calle”, reflexiona Julián, quien aprovecha para comparar su situación con la de Kiko Rivera: “A su hijo también lo dejó en la puta calle”.